El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, planea una tercera visita en breve a la estratégica central nuclear de Zaporiyia para comprobar si hay violaciones en la planta ucraniana ocupada por fuerzas rusas, informó hoy el organismo.
"Con el establecimiento de los cinco principios y mi intención de informar sobre cualquier violación, es importante que vuelva a visitar la central, para evaluar el desarrollo de la situación allí desde mi última visita a fines de marzo", dijo Grossi en un comunicado difundido por la agencia de noticias Sputnik.
Esa será su tercera visita a la planta nuclear desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022.
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El martes, advirtió ante el Consejo de Seguridad de la ONU que la seguridad en Zaporiyia seguía siendo "extremadamente frágil y peligrosa", y susceptible de sufrir un accidente de grandes proporciones que agravaría la guerra entre Ucrania y Rusia y causaría conmoción mundial.
Grossi resaltó que en hasta siete ocasiones la central ubicada en Ucrania quedó desconectada de la red eléctrica, teniendo que depender de generadores diésel de emergencia.
Para el jefe de la agencia nuclear, esta situación representa "la última línea de defensa contra un accidente nuclear".
"Las actividades militares continúan en la región y podrían aumentar considerablemente en un futuro próximo; la planta ha estado operando con personal significativamente reducido y, pese a estar en cierre temporal, esto no es sostenible", alertó.
El diplomático volvió a recordar los siete puntos para garantizar la seguridad nuclear durante un conflicto armado, entre los que se encuentran sistemas eficaces de vigilancia, el pleno funcionamiento de las instalaciones y la integridad física de los reactores o depósitos de residuos radiactivos.
De esta forma, reiteró que la central "no debe utilizarse como almacén o base para armas pesadas" y subrayó que, en aras de mantener la seguridad nuclear, "no debe haber ataques de ningún tipo desde o contra la planta".
"Pido a los distinguidos miembros del Consejo de Seguridad que los apoyen sin ambigüedades. Permítanme decir algo muy claro: Estos principios no van en detrimento de nadie, sino en beneficio de todos", concluyó Grossi.
Días atrás, había deslizado la posibilidad de que la zona de seguridad alrededor de la planta que se disputan enconadamente Rusia y Ucrania fuera implementada antes de fin de año.
Indicó que estaba multiplicando sus esfuerzos para que tanto Rusia y Ucrania, como el resto de la comunidad internacional, apoyen las propuestas del OIEA para evitar que las hostilidades en Ucrania deriven en un "desastre nuclear".
Alegó que la importancia de la creación de una zona de seguridad alrededor de la planta es crucial por el hecho de que "el riesgo de una emergencia sigue creciendo cada día".
La central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa se encuentra en la provincia homónima situada en el sudeste de Ucrania, cerca de la ciudad de Energodar.
Desde marzo de 2022, la central se encuentra bajo control de militares rusos, y Rusia y Ucrania se acusan periódicamente de bombardear sus instalaciones.
Moscú sostiene que su presencia militar en la planta persigue evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos, pero Kiev denuncia constantes ataques que incluso causan víctimas civiles, además de daños materiales.
Con información de Télam