Los turcos de Estambul, preocupados por la economía tras el triunfo de Erdogan

07 de junio, 2023 | 14.46

(Por Claudio Benites, enviado especial) La contundente victoria del presidente Recep Tayyip Erdogan en las últimas elecciones ha dejado entre los habitantes de Estambul, particularmente, interrogantes respecto al futuro, porque la inflación los sigue acosando y los problemas cotidianos no tienen visos de resolución inmediata, según manifiestan.

"Los precios no tienen control, todo aumenta y no es posible saber cuánto van a costar las cosas mañana", dijo a Télam un taxista de esta ciudad transcontinental ubicada entre Europa y Asia, en el estrecho del Bósforo.

"Se hace muy difícil planificar. Esperamos que el presidente cumpla con lo que prometió, pero en los últimos tiempos las cosas han ido empeorando”, agregó sobre Erdogan, que gobierna en Turquía desde 2003.

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Las visitas de extranjeros a una de las ciudades más turísticas del mundo han continuado a buen ritmo, según quienes tienen una estrecha vinculación con esta actividad, como los comerciantes del Gran Bazar, las empresas de turismo, los taxis y los comercios en general.

“Por el momento nos está salvando el turismo”, dijo un comerciante del Gran Bazar.

Y es que, en la calle, casi el 60 por ciento del movimiento se lo llevan los extranjeros, que son en definitiva quienes movilizan gran parte de la economía local.

“Tenemos trenes nuevos, autopistas, nuevo aeropuerto, una gran línea aérea, un buen transporte público, y todo eso está muy bien y se lo agradecemos a Erdogan, y por eso lo hemos vuelto a votar, pero necesitamos estabilidad económica, que pare la inflación”, reclamó el empleado de un restaurante en la zona de Santa Sofía.

“Tampoco estamos muy de acuerdo con las relaciones internacionales, creo que se debe ser un poco más abierto, abrir la relación con otros países y procurar un mayor intercambio que beneficie a Turquía”, agregó.

Erdogan asumió su nuevo mandato el sábado pasado en una ceremonia de investidura que contó con la presencia de unos 20 jefes de Estado, entre ellos el venezolano Nicolás Maduro, y el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg.

“Hay que reconocer –dice un empleado de una casa de comidas al paso- que hace muy poco tuvimos un terremoto devastador y eso complicó mucho la economía. Por eso es necesario tener un poco de paciencia y ver cómo se desarrollan las cosas. No estamos conformes, pero esperamos que todo mejore”, analizó.

Al menos 50.000 personas murieron en el terremoto del 6 de febrero, que dejó a millones de personas sin hogar en el sur del país.

Turquía sufre una grave crisis económica con una inflación superior al 40%, impulsada por la reducción regular de las tasas de interés.

Erdogan presidirá el país durante otros cinco años, y muchos de los consultados recuerdan los primeros años de gestión del líder turco, cuando su aperturismo y moderación permitieron al país vivir un particular milagro económico.

Entonces, la estabilidad política, la salud de las cuentas públicas y la calidad institucional proporcionaron tasas de crecimiento elevadas, inflación controlada y desempleo moderado, permitiendo a Turquía un potente desarrollo en lo que va de siglo.

“Ha sido un gran gobernante”, dijo Hasim, un comerciante textil, que agregó: "Hizo grande a Turquía y ahora tiene que volver a hacerlo”.

Sin embargo, las voces disonantes también existen y circulan por lo bajo, subterráneas, apuntando a una autocracia autoritaria y a una escasa libertad de expresión.

Ese segmento supone que la situación no solo no van a mejorar, sino que irán de mal en peor y que a Turquía le esperan días “muy difíciles”.

Con información de Télam