(Agrega reunión de Blinken y Erdogan)
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, concluyó hoy una visita de dos días a Turquía, donde reiteró al presidente Recep Tayyip Erdogan el apoyo tras el devastador sismo en el país y se mostró tranquilizador sobre el estado de las relaciones bilaterales.
Se trata de la primera visita de Blinken a Turquía, nación musulmana miembro de la OTAN con la cual Estados Unidos vive tensiones de forma ocasional.
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El jefe de la diplomacia estadounidense cerró el viaje con una entrevista de algo más de una hora con el presidente Erdogan en el aeropuerto de Ankara.
Durante la reunión, Blinken reafirmó el apoyo a Turquía, según el vocero del Departamento de Estado Ned Price, ante el terrible terremoto del pasado 6 de febrero que dejó unos 45.000 muertos en el sur del país y en la vecina Siria.
En una visita que hizo ayer a las zonas afectadas por el sismo, Blinken anunció una ayuda adicional de 100 millones de dólares para las víctimas del desastre, tras un primer paquete de 85 millones.
Turquía informó ayer que concluía la mayoría de sus labores de rescate, tras más de 24 horas sin encontrar supervivientes.
Blinken y Erdogan reiteraron hoy la necesidad de trabajar "más estrechamente" sobre varios asuntos bilaterales, como la defensa, la energía y el comercio, y abordaron el apoyo de ambos países a Ucrania.
Poco antes de su encuentro con el presidente turco, Blinken volvió a insistir en sus declaraciones del día anterior sobre la supuesta intención de Beijing de suministrar armamento a Rusia en su agresión militar a Kiev.
"Supondría un verdadero problema para China en sus relaciones con numerosos países, no solo Estados Unidos", advirtió hoy, informó la agencia de noticias AFP.
En su visita a Turquía, Blinken también reafirmó que Washington desea vender aviones de combate F-16 a Turquía, una cuestión que ha enturbiado las relaciones entre los dos países desde hace años.
El Gobierno del presidente Joe Biden "apoya firmemente el paquete para modernizar los existentes (aviones) F-16 y suministrar nuevos" aparatos a Turquía, declaró, aunque el "calendario formal" está supeditado a su aprobación en el Congreso estadounidense.
Turquía es un "aliado y socio de la OTAN", por lo que esta entrega es de "interés nacional" y de interés para la Alianza, agregó en rueda de prensa junto a su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu.
La potencial venta de F-16 a Turquía, prometida por Biden, se topó con resistencias en el Congreso estadounidense debido a la situación de los derechos humanos en Turquía y al bloqueo turco a la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN.
Cavusoglu señaló que "sería injusto" hacer del ingreso de estos países una "condición" para la venta de los F-16.
Turquía reprocha a Suecia que acoja a militantes y simpatizantes kurdos que Ankara considera "terroristas", especialmente los que pertenecen al separatista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Ankara ya pagó 1.400 millones de dólares por un pedido de aviones de combate furtivos F-35 estadounidenses que no llegó a recibir: Washington congeló la entrega en 2019 después de que el gobierno turco adquiriera un sistema antimisiles ruso S-400 al considerarlo una amenaza para los F-35.
Con información de Télam