Los equipos de rescate seguían buscando este viernes sobrevivientes entre los escombros casi 100 horas después del devastador terremoto que golpeó Turquía y Siria que ya provocó más de 21.000 muertos. Está previsto en las próximas horas el arribo de 28 brigadistas argentinos a la región para colaborar en las tareas de búsqueda de personas.
El terremoto es el más importante en Turquía desde 1939, cuando murieron 33.000 personas en la provincia oriental de Erzincan. Los últimos balances provisionales indican que fallecieron 21.051 personas, 17.674 en Turquía y 3.377 en Siria, pero los expertos consideran que el saldo subirá todavía significativamente.
Los primeros envíos de ayuda humanitaria de la ONU llegaron el viernes a Siria, pero las posibilidades de encontrar personas con vida se apagan una vez expirado el periodo de tres días que los expertos consideran crucial, según reportó la agencia de noticias AFP. El tiempo transcurrido, sumado a las bajas temperaturas invernales que se abaten sobre la región, convierten los rescates en algo cercano al milagro.
Las bajas temperaturas agravan la situación tanto para las posibles personas atrapadas entre los escombros como para los sobrevivientes, que no encuentran camas en los albergues habilitados en gimnasios o mezquitas o que prefieren dormir en coches y tiendas que volver a sus casas.
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El presidente de la Sociedad Italiana Sistema 118 (SIS 118), explicó que deben darse cuatro condiciones después de que varias personas en Turquía fueran rescatadas con vida debajo de las ruinas provocadas por el sismo hasta cuatro días después del terremoto.
Según el experto, tiene que concurrir la posibilidad de que existan espacios de aire; que se mantenga la permeabilidad de las vías respiratorias, es decir que no haya escombros ni en la nariz ni en la boca que constituyan un obstáculo para la respiración; no deben existir lesiones importantes que afecten al cerebro u otros órganos vitales y no deben producirse hemorragias internas.
Además de las muertes ya confirmadas, unas 23 millones de personas están "potencialmente en riesgo, incluidos unos cinco millones de personas vulnerables", según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que teme una grave crisis sanitaria, con enfermedades como el cólera, que causaría aún más daños que el terremoto.
"Voy camino de Siria, donde la OMS apoya los cuidados esenciales de salud en las zonas afectadas por el reciente sismo, apoyándose en nuestro trabajo realizado desde hace tiempo en el país", dijo el director de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus desde su cuenta de Twitter.
Por su lado, además de las víctimas mortales, la agencia de calificación financiera Fitch estimó que los daños económicos por el sismo superarán los 2.000 millones de dólares y probablemente alcancen los 4.000 millones.