Arabia Saudita y Estados Unidos anunciaron hoy otra ampliación del alto del fuego en Sudán, país al borde de una tercera guerra civil, que entró en vigor hace una semana pero que nunca fue respetado, al igual que otras decenas de treguas acordadas recientemente.
Los mediadores dijeron en un comunicado conjunto que acogían "con satisfacción el acuerdo de las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido para una prórroga de cinco días del acuerdo de alto el fuego que firmaron el 20 de mayo de 2023".
Pese a la tregua, los combates no cesaron y los habitantes de Jartum, la capital del país árabe, informaron hoy sobre enfrentamientos en el norte de la ciudad, de más de 5 millones de habitantes.
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También dieron parte de disparos de artillería en el sur de Jartum, informó la agencia de noticias AFP.
Sudán está sumido hace años en una grave crisis política y social que se vio agravada por los combates entre el Ejército y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que ya dejaron unos 1.800 muertos y más de 1 millón de desplazados, según la ONU.
Los enfrentamientos se desencadenaron el 15 de abril como parte de una lucha de poder entre el jefe del Ejército, general Abdel Fatah al-Burhan, y el de las FAR, general Mohamed Hamdan Daglo.
Los dos generales dieron un golpe de Estado en 2021 contra un gobierno civil de transición que regía el país desde el derrocamiento del autocrático expresidente Omar al Bashir en 2019, por una ola de protestas.
Sin embargo, con el tiempo se fueron distanciando, en especial por si integrar o no a las FAR en las Fuerzas Armadas. Los dos cuentan con patrocinadores externos en el mundo árabe: Egipto apoya a Al Burhan y Emiratos Árabes Unidos, a Daglo.
Ambos bandos se acusaron mutuamente de violar el alto del fuego, al igual que en las decenas de treguas acordadas desde el inicio de los combates, que se desarrollan con armas pesadas en zonas urbanas densamente pobladas.
El último cese del fuego, negociado con mediadores estadounidenses y sauditas en Yeda, en Arabia Saudita, entró en vigor el 22 de mayo y debía terminar esta noche.
Sudán, de 45 millones de habitantes y situado en el este de África, es uno de los países más pobres del mundo y registra ya dos guerras civiles en su traumática historia, situación susceptible de volver a repetirse en el actual contexto bélico.
Una semana atrás, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) dijo que más de 150.000 personas abandonaron Sudán hacia otros países vecinos desde que estallaron los combates entre las dos facciones enfrentadas.
El jefe de Acnur, Filippo Grandi, alertó que "las necesidades son enormes" y "los recursos escasean".
"Hace falta ayuda, ¡urgentemente!", reclamó en un llamamiento para atender a quienes siguen dejando sus hogares para llegar a países como Egipto, Sudán del Sur y Chad.
Antes del conflicto, Sudán tenía en su territorio a más de un millón de refugiados, en su amplia mayoría procedentes del fronterizo Sudán del Sur, que se declaró independiente de la parte norte en 2011 a cabo de una guerra civil.
La ONU puso énfasis en la vulnerabilidad de desplazados y refugiados y pidió medidas para poder repartir ayuda humanitaria.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) estima que entre 2 y 2,5 millones de personas podrían empezar a pasar hambre en los próximos meses, lo que implicaría que más de 19 millones, dos quintas partes de la población, padecerán inseguridad alimentaria a corto y medio plazo.
Con información de Télam