Al menos ocho personas, incluidos niños, murieron hoy al explotar dos coches bomba en el norte de Siria, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Una de las explosiones alcanzó un taller de reparación de vehículos en Shawa, un pueblo de la provincia de Aleppo cercano a la frontera turca, controlado por combatientes pro-Turquía, según la agencia de noticias AFP.
En ese ataque murieron cinco civiles, entre ellos tres niños, y 10 resultaron heridos, según el OSDH, una ONG con sede en el Reino Unido y que dispone de una amplia red de fuentes en Siria.
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Las zonas controladas por Turquía y grupos afines en el norte de Siria son el escenario habitual de atentados con bomba y enfrentamientos entre grupos armados.
En el segundo ataque, un artefacto explosivo colocado en un vehículo mató a tres combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) lideradas por los kurdos en la ciudad de Manbij, según el Observatorio.
La localidad es un antiguo bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI), controlado ahora por un consejo militar que pertenece a las FDS, respaldadas por Estados Unidos.
No se informó que ninguna organización se hubiera atribuido los ataques.
Las FDS encabezaron la lucha contra el EI, expulsado de sus bastiones en Siria en 2019.
Turquía considera que el principal componente de las FDS, las YPG (Unidades de Protección Popular), son una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), calificado de "terrorista" por el gobierno turco y la Unión Europea.
Con información de Télam