(Agrega detalle de los prisioneros y reacción de Hungría)
Ucrania denunció hoy que Hungría sigue sin permitirle entrar en contacto con los 11 prisioneros de guerra ucranianos de origen húngaro que Rusia entregó a Budapest hace algo más de una semana, mientras que el Gobierno del primer ministro Viktor Orban negó estar poniendo trabas y aseguró que actúa "de conformidad con el derecho internacional".
El Ministerio de Exteriores ucraniano volvió a exigir hoy al Gobierno húngaro que le permita entrar en contacto con los 11 prisioneros transferidos recientemente por Rusia a territorio húngaro.
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"Todos los intentos de los diplomáticos ucranianos en los últimos días de establecer contacto directo con los ciudadanos ucranianos han sido infructuosos", dijo el vocero de Exteriores, Oleg Nikolenko, quien advirtió que aquella entrega se hizo a expensas de Kiev y la comunidad internacional.
Niolenko alertó además de que según la información recibida por parte de los familiares de algunos de los presos, las garantías anunciadas por Hungría sobre la supuesta libertad de estos ciudadanos "no son ciertas", pues se les mantiene aislados y sin acceso a fuentes abiertas de información.
"La comunicación con sus familiares se realiza en presencia de terceros" y "se les niega establecer contacto con la Embajada de Ucrania", indicó el vocero de Exteriores, según consignó la agencia de noticias Europa Press.
Además, Nikolenko denunció cómo las autoridades húngaras continúan "ignorando" los intentos de Kiev por entablar un "diálogo constructivo".
"Estas acciones de Budapest cuestionan los motivos humanitarios declarados para la deportación de ucranianos a Hungría. Además, pueden ser calificados como una violación de las disposiciones del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales", agregó.
"Ucrania apela una vez más a la parte húngara en la demanda de permitir inmediatamente que el cónsul ucraniano visite a los prisioneros de guerra para que pueda evaluar su condición física y psicológica, informarles sobre sus derechos y también prestar asistencia consular urgente", insistió Nikolenko.
Por su parte, Hungría niega estar obstaculizando el acceso, y afirma que actúa "de conformidad a la vez con el derecho y la práctica en vigor a nivel internacional".
Los 11 hombres "no son considerados como prisioneros de guerra en el plano jurídico, dado que fueron liberados en territorio ruso", y la iglesia rusa intervino después en el traslado, había indicado en conferencia de prensa en Budapest Gergely Gulyas, director de gabinete del Primer ministro Viktor Orban.
"Están aquí por su plena voluntad y pueden dejar el país libremente cuando quieran. No los vigilamos", añadió, y precisó que los que no eran húngaros recibieron estatuto de refugiados.
La iglesia ortodoxa rusa anunció a principios de este mes que un grupo de prisioneros de guerra ucranianos de origen húngaro había sido trasladado por motivos humanitarios a Budapest, la capital de Hungría.
Los 11 prisioneros forman parte de la minoría magiar y son originarios de Transcarpatia, una región del oeste de Ucrania fronteriza con Hungría donde viven alrededor de 100.000 húngaros y son motivo de conflicto con el gobierno de Budapest.
Por su parte, Ucrania dice no haber sido informada del traslado.
Kiev y Budapest tienen desde hace años tensas relaciones debido a las protestas húngaras por el estatuto de la minoría magiar en Ucrania.
Las relaciones se tensaron aún más desde el comienzo de la invasión rusa del 24 de febrero de 2022 que dio origen a la guerra, debido a la oposición húngara a sancionar y aislar a Rusia.
El pasado viernes 9 de junio, el viceprimer ministro húngaro Zsolt Semien, confirmó a través de la televisión privada ATV que Rusia había entregado a Hungría a 11 prisioneros de guerra ucranianos de la minoría magiar como "gesto" de la Iglesia Ortodoxa rusa.
En tanto, un comunicado de la Iglesia Ortodoxa rusa indicaba que los prisioneros fueron entregados a la Soberana Orden de Malta, con el conocimiento y "bendición" del patriarca Kiril, a petición de Hungría.
Tras las declaraciones de Semien, el mismo 9 de junio, autoridades de la cartera de Exteriores de Ucrania se reunieron con el encargado de negocios de Hungría en Kiev para pedirle información sobre la situación de estas 11 personas.
Con información de Télam