Defender abiertamente la decisión personal de no se padres o madres será castigado en Rusia. Así lo determinó el Parlamento, luego de que el proyecto de ley impulsado por las presidencias del Congreso, consiguiera el visto bueno en la Cámara baja y afecta a todos los ámbitos de la vida, desde una conversación informal a la creación de películas y libros. La medida va de la mano junto con otras ultraconservadoras promovidas en los últimos años por el oficialismo leal al presidente, Vladimir Putin.
La ley, impulsada por los presidentes de la Duma y el Consejo de la Federación, penaliza la difusión de estos mensajes en todo tipo de plataformas, con multas que pueden ascender a los 400.000 rublos (más de 3.800 euros o 4 mil dólares), en el caso de personas físicas, y de cinco millones de euros (unos 48.000 euros o 50.800 dólares), en el de las jurídicas, si quedan expuestos menores. Para los ciudadanos extranjeros, a las multas comunes se añade la amenaza de deportación y un arresto administrativo de 15 días.
El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, aclaró que se castigará la promoción de la "ideología", pero que estas medidas no penalizarán "la decisión de una mujer de negarse a tener hijos", argumento similar al que el Gobierno ya esgrimió para justificar la ley que persigue la propaganda LGTBI.
Rusia busca "suprimir cualquier contenido destructivo que pueda influir en la decisión de un individuo de tener hijos", explicó Volodin en declaraciones a los medios, según la agencia de noticias Interfax. Cuando anunció la presentación del proyecto, el presidente de la Duma había basado su idea en el hecho de que supuestamente existen movimientos en internet que "fomentan ese tipo de ideas": “Las publicaciones y las redes sociales faltan el respeto a menudo a la maternidad y la paternidad, arremeten contra las mujeres embarazadas y los niños, así como contra los miembros de familias numerosas”, dijo, según reportó el diario El País.
Según la nueva ley, son tres los motivos por los que se aceptará que una familia no quiera concebir hijos o hijas: razones religiosas, médicas o en caso de violación.
“Todo lo que interfiere con el aumento de la tasa de natalidad debe desaparecer de nuestras vidas”, ha manifestado a su vez el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov.
De la mano con esta normativa, la Duma analiza otro proyecto de ley introducido a finales del año pasado para prohibir el aborto en las clínicas privadas. Al menos 11 regiones ya dieron este paso, pero el Gobierno pidió una “revisión significativa” de la reforma porque considera que aumentará el gasto público y puede incrementar la mortalidad de las madres al recurrir a operaciones clandestinas. Además, los diputados también discuten reducir de 12 a 9 semanas el plazo límite para abortar.
En el mismo sentido, en julio de este año, Putin promulgó la ley que prohibe las cirugías para cambio de sexo a las que podían acceder las personas trans. En paralelo, creó un instituto para la "investigación del comportamiento sexual de las personas LGBT".
Con información de EuropaPress.