El encarcelado opositor ruso Alexey Navalny prometió seguir su combate contra el Kremlin, en el primer día de un nuevo proceso con cargos que podrían sumarle 10 años a su condena.
Navalny es el principal opositor del presidente ruso, Vladimir Putin, y su movimiento ha sido reprimido por las autoridades rusas que ordenaron su proscripción y lanzaron procesos judiciales contra sus dirigentes.
En este nuevo proceso, que empezó ayer en una sala de la prisión a las afueras de Moscú donde cumple su condena, Navalny -que sobrevivió a un intento de envenenamiento en 2020- compareció vestido como prisionero y con la cabeza rapada, informó la agencia de noticias Sputnik.
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"Digo esto a quienes están contra el saqueo en Rusia, a quienes no les gusta Rusia Unida (el partido de Putin). Quiero seguir luchando", aseguró el opositor, de 45 años.
Navalny fue condenado a dos años y medio de cárcel en febrero de 2021 en otro proceso por acusaciones de fraude, un juicio que el activista tildó de político y amañado.
Actualmente está preso en un colonia penal en Pokrov, a unos 100 kilómetros al este de Moscú. El proceso iniciado ayer se desarrolla en el mismo lugar, algo que fue denunciado por los seguidores de Navalny como una forma de limitar la difusión del juicio.
"Todavía no soy culpable, pero se me presenta vestido como prisionero (...) Es para que si una abuela me ve en la televisión piense que de todas formas ya estoy en prisión", protestó Navalny.
En este nuevo proceso los fiscales acusan a Navalni de haber malversado más de 4,7 millones de dólares en donaciones a las organizaciones que lidera, una acusación que conlleva una condena de hasta 10 años de cárcel.
"¡Tengo derecho a investigar sobre cómo roban nuestro dinero!", insistió y agregó que no había ninguna prueba de que hubiera usurpado "un sólo céntimo".
El opositor se arriesga a una pena adicional de seis años por desacato al tribunal durante el proceso del año pasado.
"Van a alargar mi pena indefinidamente", lanzó a los jueces. "Pero, ¿qué podemos hacer? Lo que hace la gente es más importante que el destino de una sola persona. No tengo miedo", sostuvo ayer frente al tribunal.
El martes sus abogados pidieron que se le permita vestirse con su ropa y que la audiencia se celebre en un tribunal de Moscú, dos demandas desestimadas por la jueza Margarita Kotova.
El activista fue envenenado en Siberia a mediados de 2020 y pasó varios meses recuperándose en Alemania.
Navalny responsabiliza al presidente ruso de la intoxicación, que todavía no fue investigada en su país, ya que las autoridades afirman que no hay pruebas y que Alemania no ha compartido los análisis médicos.
A su retorno a Rusia, el opositor fue detenido en enero de 2021, juzgado y condenado por una causa por "fraude" que databa de 2014. Esta condena generó una ola de críticas y de sanciones de los países occidentales contra Moscú.
Navalny fue incluido en una lista oficial de "terroristas y extremistas", en el marco de una campaña de represión hacia voces disidentes que también afectó a sus principales colaboradores, que están exiliados.
Con información de Télam