El secretario británico para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, confirmó este viernes la convocatoria a nuevas elecciones para la Asamblea de Irlanda del Norte, aunque sin precisar la fecha de la votación, después de que los líderes republicanos y unionistas no lograran superar sus discrepancias vinculadas a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). El Partido Demócrata Unido (DUP) y el Sinn Féin exhibieron sus profundas diferencias en los últimos cinco meses, especialmente en lo referente a las políticas del Brexit, el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea.
El Partido Democrático Unido (DUP) centró sus esfuerzos en bloquear la restauración del poder compartido en Irlanda del Norte, que tras las elecciones de mayo pasado cuenta con el nacionalista Sinn Féin, brazo político de la disuelta guerrilla del Ejército Republicano Irlandés (IRA) como la formación más votada. Ante el bloqueo generado por los partidos políticos, el gobierno británico en Londres había fijado la noche de este viernes como fecha límite para la restitución del Gobierno, informó la cadena de televisión británica BBC y recogió la agencia de noticias Europa Press.
La legislación vigente indica que las elecciones deberán realizarse en un plazo máximo de doce semanas, si bien se espera que tras la votación se pueda llevar finalmente a cabo el 15 de diciembre. La provincia británica del norte de la isla, cuyo Gobierno deben compartir ambos sectores rivales, está sumida en la crisis política desde que el partido republicano Sinn Fein ganó por primera vez las elecciones regionales.
Un conflicto armado de tres décadas entre republicanos y unionistas norirlandeses remitió con la firma en 1998 de un acuerdo llamado Viernes Santo que estipula que la región es parte del Reino Unido, pero que la frontera entre ambas Irlandas debe estar abierta. Para no contravenir a este último punto, Londres acordó con la UE, en vez de gravar su comercio a través de la frontera en Irlanda, imponer aranceles a los productos que llegan a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña y el resto de las islas del Reino Unido.
El protocolo, acordado por el Reino Unido y la UE con motivo del divorcio, establece controles aduaneros -es decir, aranceles- para productos que ingresan en Irlanda del Norte desde cualquier otro punto del Reino Unido. La medida fue diseñada para superar el escollo que representaba para el Brexit la necesidad de mantener abierta la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, que sí es parte de la UE.
La medida había a los republicanos, pero los unionistas se oponen porque dicen que esto los discrimina y amenaza su lugar dentro del Reino Unido.
Tras las elecciones de mayo y el triunfo del Sinn Féin, el DUP mantuvo su bloqueo sobre la operación de un Ejecutivo en pleno funcionamiento y se negó a nominar a un viceprimer ministro, lo que hizo imposible la formación de un nuevo ejecutivo ministerial. Ahora, el nuevo Ejecutivo británico deberá asumir el control del Gobierno de Irlanda del Norte ante el bloqueo político regional.
La ministra de Medio Ambiente, Therese Coffey, dijo a la cadena de televisión Sky News, que "claramente" no había "acuerdo suficiente" entre los partidos para evitar una nueva elección. Según Coffey, es "lamentable" que las partes no pudieran formar un ejecutivo. "Pero la ley es clara. Aprobamos la legislación de que esto sucedería y claramente no hubo acuerdo suficiente para poder evitar las elecciones", subrayó, tras remarcar que era una decisión que no estaba en manos del Gobierno del Reino Unido, sino a cargo de los partidos que representaban a las diferentes comunidades de Irlanda del Norte.
Con información de Télam.