El ministro de Justicia y viceprimer ministro del Reino Unido, Dominic Raab, renunció a ambos cargos en la jornada de este viernes, tan sólo 24 horas después de que el Gobierno recibiera fuertes denuncias por acoso laboral. "Bully" -calificativo que puede ser traducido como "matón", en español- fue la palabra utilizada por el portal The Guardian para referirse al ahora ex funcionario, sobre quien hasta ahora se lo refería como un "jefe muy demandante, que trabaja muchas horas".
En su lugar, Oliver Dowden fue designado viceprimer ministro; y a cargo del Ministerio de Justicia quedó Alex Chalk, quien ya se desempeñó como ministro adjunto en la cartera de Defensa. Raab, de 49 años, había prometido renunciar si la investigación en su contra encontraba evidencia de acoso y dijo que era "importante mantener" su "palabra".
El informe que llegó a las manos del primer ministro, Rishi Sunak, fue elaborado por el abogado principal Adam Tolley KC y da cuenta del comportamiento Raab en distintos periodos como funcionario público, por lo que se incluye cuando se desempeñó como ministro para el Brexit, con Theresa May; y como ministro de Justicia y luego de Relaciones Exteriores, de Boris Johnson.
Según el informe de la investigación el viceprimer ministro fue entrevistado cuatro veces durante dos días y medio, mientras se consideraron 44 pruebas escritas y se realizaron 66 entrevistas en total.
En una columna el diario The Telegraph, Raab sugirió que fue víctima de un complot de "funcionarios sindicalizados" para destituirlo de su cargo, aunque en la carta de renuncia afirmó que la investigación desestimó todos menos dos de los reclamos en su contra, también criticó errores del informe y dijo que sentaba un "precedente peligroso para la conducta del buen gobierno".
El documento también reveló que Raab había hablado de una "resistencia cultural" por parte de los funcionarios públicos a algunas de sus políticas, incluidos sus planes propuestos sobre la Declaración de Derechos y el sistema de libertad condicional.
Como ejemplo, un colega sintió que el comentario de resistencia cultural había sido "dirigido personal e injustamente hacia él" y "fue insultado por ello". Allí, Tolley indicó que no encontró que Raab tuviera la intención de hacer su comentario personalmente, pero fue razonablemente interpretado de esa manera.
Un portavoz del primer ministro Sunak dijo que cualquier hallazgo que se considere intimidación es motivo para renunciar y agregó que "claramente, cualquier intimidación en términos generales es inaceptable y existen reglas claras que se aplican a eso", según consignó la cadena pública BBC. Si bien dijo que Raab había renunciado "correctamente", reconoció que había "deficiencias" en el proceso de investigación.
En una carta a Raab, Sunak afirmó que cuando asumió su cargo prometió que el Gobierno que dirigiría tendría integridad, profesionalismo y responsabilidad en todos los niveles, y que el Código Ministerial requería que los ministros mantuvieran los más altos estándares. En ese sentido, destacó que se presentaron quejas formales sobre la conducta del ahora exviceprimer ministro, en diferentes puestos ministeriales el año pasado, lo que llevó a la designación de un investigador independiente para realizar una investigación completa sobre los hechos específicos relacionados con estas quejas.
Sunak afirmó que podría aprender de este episodio y manejar mejor estos asuntos en el futuro. También agradeció a Raab -quien lo apoyó fervientemente ante la disputa por el cargo con su antecesora, Liz Truss- por su liderazgo en la pandemia y destacó su trabajo como reemplazo de Johnson durante la hospitalización del exprimer ministro con Covid-19 en 2020.
El resultado de la investigación y la renuncia de Raab también generan preguntas sobre el futuro de la política del Reino Unido. Los expertos creen que la decisión del viceprimer ministro podría inspirar a otros políticos en el Reino Unido y en todo el mundo a tomar medidas similares si se enfrentan a acusaciones de acoso.
El informe y la renuncia de Raab también provoca un aumento en la conciencia pública sobre el acoso laboral y la importancia de abordar adecuadamente las denuncias de ese tipo en el lugar de trabajo.
Con información de Télam