Reino Unido acondiciona barcaza para recibir a solicitantes de asilo en medio de críticas

21 de julio, 2023 | 14.59

Las autoridades británicas terminaban de acondicionar la controvertida barcaza Bibby Stockholm, que llegó esta semana al puerto de Portland en Dorset, en el sur de Inglaterra, convertida en un centro de acogida para solicitantes de asilo que generó intensas controversias y resistencia de políticos locales, organizaciones sociales y defensores de derechos humanos.

A pesar de los esfuerzos del Gobierno de Rishi Sunak para convertir este barco en un hogar temporal para hasta 500 personas, el proyecto fue comparado con una "prisión flotante" y criticado por promover el hacinamiento y la precariedad.

La barcaza, en su fase final de transformación, según pudo constatar la emisora británica Sky News, incluirá 200 camarotes equipados con literas de metal, televisores y baños privados.

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Las instalaciones comunes abarcarán una sala de cine y televisión, un gimnasio y una sala de informática, así como dos patios al aire libre con canchas de baloncesto y bancos de picnic.

Todo esto rodeado de cercos de seguridad de más de seis metros y una pesada puerta de metal controlada por la policía.

Sin embargo, a pesar de estas aparentes comodidades, las reacciones al plan han sido mixtas, con algunos que ven a la barcaza como una oportunidad para ofrecer alojamiento seguro y relativamente cómodo, mientras que otros, como Cammy Day, líder del consejo de Edimburgo, se oponen firmemente a lo que describen como una "prisión flotante".

La idea de utilizar barcos para alojar a los solicitantes de asilo fue rechazada en Liverpool y Edimburgo, donde se esperaba que otros dos barcos sirvieran como alojamientos flotantes.

Richard Drax, un diputado conservador que representa a South Dorset, amenazó al Gobierno con acciones legales, sosteniendo que la barcaza será sobrecargada hasta el doble de su capacidad original.

En tanto, el diputado Chris Loder, representante de West Dorset, exigió al Ministerio del Interior pruebas de seguridad y sostenibilidad de la barcaza, a pesar de que el Gobierno informó que se proporcionará atención médica, instalaciones de catering y seguridad las 24 horas del día, los siete días de la semana.

Los habitantes de Dorset también expresaron su preocupación por el uso del sitio de Portland.

Spencer Flower, líder conservador del Consejo de Dorset, dijo en mayo pasado que la autoridad se opuso al plan y tenía "serias reservas sobre la idoneidad del puerto de Portland en este escenario".

El martes pasado hubo manifestaciones, organizadas por los residentes locales, que portaron pancartas de bienvenida a los refugiados, pero también condenaban el uso de la barcaza.

Las organizaciones de derechos humanos también expresaron su preocupación por la medida, calificándola de cruel, debido al confinamiento de personas vulnerables.

En ese sentido, más de 50 organizaciones y activistas, incluyendo Refugee Council, Asylum Matters y Refugee Action, escribieron una carta abierta dirigida a Bibby Marine, propietaria de la controvertida barcaza, en la que señalan que las condiciones a bordo son similares a las de detención y critican a la empresa por sus lazos históricos con la trata transatlántica de esclavos.

Los firmantes, liderados por la activista Nicola David, de "One Life To Live", pidieron a Bibby Marine que responda públicamente a las acusaciones y reconsidere la implicación de sus embarcaciones en esta forma de acogida para los solicitantes de asilo, describiéndola como "cruel e inhumana".

La carta también se refiere a la historia de la compañía y su relación con la trata de esclavos, argumentando que dichos antecedentes hacen que sea aún más crítico para la empresa reconsiderar su papel en la detención efectiva de personas que huyen de la guerra y la persecución.

El Gobierno británico busca alternativas para alojar a los solicitantes de asilo, especialmente aquellos que cruzan el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones.

La factura diaria para alojarlos en hoteles alcanzó las seis millones de libras esterlinas, impulsando la búsqueda de soluciones más rentables.

El proyecto de la barcaza se presenta en medio de una creciente crisis migratoria. Según los datos oficiales, al finalizar 2022, más de 132.000 personas esperaban una decisión sobre su solicitud de asilo.

Actualmente, alrededor de 51.000 solicitantes de asilo que ya fueron procesados viven en alojamientos temporales, como hoteles.

Según datos oficiales, entre el año pasado y este 45.700 personas cruzaron el Canal de la Mancha en embarcaciones precarias, lo que representa un aumento considerable con respecto a los años anteriores.

Mientras tanto, esta semana el Gobierno británico aprobó una polémica ley de inmigración destinada a detener el flujo de inmigrantes ilegales y eliminar la opción de solicitar asilo, que fue duramente cuestionada por la ONU, que advirtió que va en contra del derecho internacional sobre personas refugiadas.

Con información de Télam