El martes por la noche, el ahora exministro del Interior Mariano González Fernández se enteró de su salida por un mensaje publicado en la red social Twitter. “En nombre del Gobierno del pueblo, agradezco los servicios prestados a la Nación del señor Mariano González Fernández como ministro del Interior. Hoy a las 9:30 p. m. tomaré juramento al nuevo titular de este sector”, escribió el presidente Pedro Castillo. Minutos después, le tomó juramento a quien será la séptima persona en ocupar el cargo en lo que va de su gestión, Willy Huerta Olivas.
“Conversé minutos antes de que emitiera el tuit la Presidencia y supuestamente estábamos pactando una reunión para mañana”, indicó a el medio local El Búho. Entre otras cosas el extitular del Ministerio del Interior dijo que Castillo “está obstruyendo la justicia, porque está impidiendo que los agentes especializados busquen a los prófugos”. Es que, recientemente, fue este exfuncionario quien autorizó la formación de un equipo especial de Inteligencia dentro de la policía -Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción del Poder (EFICCOP), que lidera la fiscal Marita Barreto- para la búsqueda de los prófugos de la Justicia: Fray Vásquez, exsecretario de Palacio de Gobierno, Bruno Pacheco; y el exministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva.
Al sobrino y a los exfuncionarios de Castillo se los acusa, entre otras causas, por formar parte de una red criminal liderada por el propio presidente, por desbalance patrimonial que evidenciaría el presunto delito de enriquecimiento ilícito, colusión agravada en organización criminal en agravio del Estado y por presuntas presiones en el proceso de ascenso en las Fuerzas Armadas.
Tras la decisión, el exfuncionario apuntó contra el presidente, que es investigado por corrupción y tráfico de influencias: “Castillo no merece estar un día más en el Gobierno y lo que debería hacer el Congreso es cesarlo”.
Ahora bien, según el medio La República, existen distintas versiones sobre la salida del funcionario. La de González, quien da a entender que fue retirado del puesto debido a disconformidades internas provenientes directamente del presidente Pedro Castillo; por otro lado, la segunda asegura que el ministro dimitió por su cuenta. De hecho, así se indica en la resolución suprema emitida este miércoles 20 de julio, en la que “se acepta la renuncia” del titular del Ministerio del Interior. Tal como reporta el medio local, el documento firmado por el presidente y su primer ministro, Aníbal Torres, no concuerda con las acusaciones realizadas por el exministro, quien anunció en RPP este miércoles que se había enterado de su salida mediante un tuit del mandatario.
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Horas después de conocerse la salida de Fernández, presentó su renuncia el jefe de la Dirección de Inteligencia, César Manuel Vallejos Mori, que había sido nombrado por González el último 13 de julio. Según RPP, señaló en una carta que los motivos que lo impulsan "a tomar esta trascendental decisión" responden a "principios ético morales de índole personal" y a su respaldo "a las intenciones de carácter democrático" que asumió junto al ahora exministro.
En una carta dirigida al flamante ministro Huerta Olivas indicó que decidió aceptar la dirección con el objetivo de "combatir de manera radical a la delincuencia común y criminalidad organizada que tanto daño viene haciendo al país" a través de la articulación de "los entes de inteligencia e Investigación más importantes y especializados de la Policía Nacional del Perú, para complementar de manera efectiva las labores del Ministerio Publico y el Poder Judicial".
Además, calificó de “lamentable” la decisión de Castillo, de remover “sin justificación de valor alguna” de su cargo a González que "solo quería recuperar la confianza y respeto de la ciudadanía, cumpliendo y haciendo cumplir la ley".
Ante esta abrupta salida, señaló La República, un grupo multipartidario de congresistas de oposición revelaron sus intenciones que presentar, nuevamente, una moción de vacancia en contra del jefe de Estado, amparados en las declaraciones de González.
Bachelet preocupada por el crecimiento de los movimientos antiderechos
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó este miércoles, al finalizar una visita a Perú, su preocupación por el crecimiento de los movimientos antiderechos que vive el país bajo un ambiente de polarización política. "La polarización se ha profundizado en los últimos meses y hay indicios preocupantes de que los movimientos antiderechos están ganando terreno", aseguró a la prensa Bachelet, reportó la agencia AFP.
"Me preocupa que el discurso de odio contra adversarios, migrantes y otros, y la discriminación y la violencia puedan exacerbarse durante las elecciones locales y regionales que se celebrarán en octubre", agregó la alta funcionaria, según indicó la agencia Télam.
Bachelet subrayó que iniciativas legislativas ponen en peligro las condiciones de vida de los migrantes, en alusión a los venezolanos: "Me preocupa una propuesta legislativa aprobada recientemente por el Congreso que exigiría a las personas migrantes que demuestren su condición regular de migración para alquilar una propiedad, lo que podría afectar a los más vulnerables, incluidos las niñas y los niños", dijo.
La expresidenta de Chile destacó, pese a ello, el esfuerzo de Perú por acoger a 1,3 millones de refugiados y migrantes venezolanos llegados desde 2016. Además, Bachelet criticó "la discriminación basada en actitudes sexistas y estereotipos de género y los índices desproporcionados de mujeres y niñas desaparecidas".