La presidenta de Perú, Dina Boluarte, pidió "una tregua nacional" y llamó a "entablar mesas de diálogo" en un intento por apaciguar la grave crisis social que sacude a dicho país desde diciembre del año pasado. En el marco de una nueva jornada de marchas, mandatarios y representantes de los 33 estados de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) -entre los que se destacan Alberto Fernández y Gabriel Boric- llamaron a defender la democracia y responder ante la gran problemática que se desarrolla en Perú.
En una conferencia de prensa con medios extranjeros, llevada a cabo en el Palacio de Gobierno en la capital Lima, la máxima mandataria solicitó: "Llamo a mi querida patria a una tregua nacional para poder entablar mesas de diálogo, para poder fijar la agenda por cada región y desarrollar nuestros pueblos. No me voy a cansar de llamarlos al diálogo, la paz y la unidad". En la misma línea, reiteró su "perdón por los fallecidos" en las protestas que se reanudaron el pasado 4 de enero en el sur de Perú y que mantienen bloqueos en las principales rutas del país.
Por otro lado, Boluarte remarcó que no va a dejar su puesto y afirmó: "Me iré cuando hayamos convocado a las elecciones generales. No tengo intención de quedarme en el poder. "¿Mi renuncia resolvería la crisis y la violencia? ¿quién asumiría la presidencia de la República?". Mientras que afirmó en relación al accionar del Congreso que "sin duda alguna" va a confirmar en febrero el adelanto de las elecciones previstas para abril de 2024.
Tras conocerse el reporte del pasado 22 de enero, con más de 900 heridos, la actual mandataria señaló: "Tenemos que proteger la vida y la tranquilidad de los 33 millones de peruanos. Puno (sureste) no es el Perú, los que están generando la violencia. Creo que la prensa internacional debería comunicar que el gobierno no está generando la violencia". Hasta el momento, en las protestas, se registraron un total de 46 personas fallecidas durante enfrentamientos, 9 por accidentes de tránsito y hechos vinculados a bloqueos y un policía por hechos de violencia en el contexto del conflicto, según informó la Defensoría del Pueblo.
Mientras tanto, en la VII Cumbre de la CELAC, el presidente de Chile, Gabriel Boric, criticó a su par peruana por la represión en dicho territorio: "No podemos ser indiferentes cuando hoy día en nuestra hermana República del Perú, con el Gobierno bajo el mando de Dina Boluarte, personas que salen a marchar, a reclamar lo que consideran justo, terminan baleadas por quien debiera defenderlas. Más de 50 personas han perdido la vida y eso nos debiera escandalizar"
Al mismo tiempo, calificó como "inaceptable" el violento ingreso de la policía a la Universidad Mayor de San Marcos en Lima -que culminó con más de 200 detenciones- y -según su opinión- revivió "las tristes escenas de los tiempos de dictaduras del Cono Sur". En esa línea, Boric habló de la necesidad de contribuir en un "diálogo inclusivo, capaz de construir gobernabilidad democrática y asegurar el respeto a los derechos humanos".
Perú se encuentra atravesando una difícil situación de crisis desde el 7 de diciembre pasado, cuando el Congreso destituyó a Pedro Castillo, horas después de que anunciara el cierre del Legislativo y el establecimiento de un Gobierno de excepción con supresión de garantías constitucionales, tras varios intentos de los bloques opositores de removerlo de su cargo con mociones de censura.
El pueblo peruano le exige a Boluarte su renuncia, el llamado a elecciones anticipadas y el cierre del Congreso. Desde diciembre, se dieron dos masacres en Ayacucho y Puno (donde murieron casi 30 personas en el marco de la represión) y la ya mencionada intervención con tanques militares en la Universidad Mayor de San Marcos.
"Frente a estos atropellos, reitero la voluntad de Chile a contribuir en todos los espacios multilaterales para acompañar un diálogo inclusivo", sostuvo Boric y señaló la "imperiosa necesidad de un cambio de rumbo en el Perú, porque el saldo que ha dejado el camino de la represión y la violencia es inaceptable para quienes defendemos la democracia y los derechos humanos".
Por su parte, si bien durante el discurso de inauguración de la VII Cumbre de la CELAC, el presidente Alberto Fernández no hizo alusión específica a lo que está ocurriendo en Perú, antes del almuerzo de los mandatarios tomó la palabra y expresó que "a la Argentina le preocupa lo que está pasando en Perú" y que "la muerte de más de medio centenar de personas no puede pasar desapercibida". Asimismo, expresó su intenció de poder ayudar al pueblo de Perú "para que rápidamente recupere su institucionalidad plena y para que cese la violencia callejera y la violencia institucional que se ha llevado la vida de tanta gente".
Días atrás, Fernández había asegurado en una entrevista con el diario Folha de Brasil que la derecha latinoamericana "piensa que la violencia es un modo adecuado para combatir la democracia y amenazar a la sociedad". En esa línea, destacó: "En América Latina tenemos una derecha muy fuerte. En Chile, Boric ganó una elección, pero el 45% de la población votó por una propuesta con características nazis. Acá gané, pero la derecha tuvo 41% de los votos. En Colombia, la diferencia fue parecida. La elección en Brasil fue más justa". Y concluyó: "Es más difícil construir grandes mayorías y es necesario aprender a lidear con eso y defender la institucionalidad. Una cosa es que haya debate político, rivalidad y otra son las amenazas a la institucionalidad, como está sucediendo en Perú".