La política más valorada de España, la ministra de Trabajo y dirigente comunista Yolanda Díaz, lanzó hoy su candidatura a presidenta del Gobierno en las elecciones generales de fin de año, en busca de aglutinar a una izquierda tan dividida como necesaria para que el presidente socialista Pedro Sánchez revalide su gobernante coalición progresista.
"Hoy voy a dar un paso adelante. Quiero ser la primera presidenta de mi país, quiero ser la primera presidenta de España", lanzó Díaz a miles de seguidores que se congregaron en un acto en Madrid, entre ellos representantes de numerosas fuerzas de izquierda española, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Díaz, de 51 años, es la número tres del actual Gobierno de Sánchez, que está en el poder desde enero de 2020 y es una alianza entre el partido socialdemócrata POSE, del presidente, y el partido de izquierda Podemos.
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Es la primera coalición que gobierna en España desde el fin de la dictadura de Francisco Franco, en 1975, tras una alternancia en el poder del POSE y el Partido Popular, de derecha.
Díaz, abogada especialista en Derecho del Trabajo y afiliada al Partido Comunista (PCE), encabeza desde hace meses las encuestas de opinión como la líder política mejor valorada por los españoles.
Casi desconocida hace tres años, llegó a la primera línea pública en enero de 2020, cuando entró en la coalición gubernamental progresista como representante de Podemos, del cual ella, sin embargo, no es integrante.
Un año y medio después recibió las riendas del sector a la izquierda de los socialistas en el gobierno de manos del líder histórico de Podemos, Pablo Iglesias, quien decidió retirarse de la vida política tras salir del Ejecutivo y sufrir una derrota electoral en las elecciones regionales de Madrid.
Díaz puede ser "la primera mujer en ser presidenta del Gobierno de España", afirmó entonces Iglesias, muy cercano durante años a la ministra, hasta que ella decidió lanzar su proyecto llamado "Sumar" en la primavera de 2022.
Esta plataforma, dentro de la que la política comunista espera unir a todas las formaciones a la izquierda de los socialistas, recibió hasta ahora el apoyo de pequeños partidos como Izquierda Unida o Más País, pero no de Podemos.
Díaz lanzó un mensaje a este partido, Podemos, cuyos 33 diputados ayudaron a los socialistas a formar una coalición de izquierda, pero que no compareció en su acto.
"Queda mucha gente por sumar", afirmó en su discurso, informó la agencia de noticias AFP.
Las elecciones en España aún no tienen fecha concreta, pero, por ley, no pueden ser más tarde que el 10 de diciembre. El país tiene una forma de gobierno parlamentario, de tal forma que el partido o la alianza que logre una mayoría en el Parlamento podrá formar Gobierno, dando a algunos diputados, además, el cargo de ministros de un Ejecutivo.
Así que un buen resultado de la plataforma de Díaz en las elecciones podría ayudar a Sánchez a revalidar su cargo, ya que le sumaría bancas de potenciales socios para una nueva alianza de Gobierno.
Por lo general, el partido más votado -como lo fue el PSOE en 2019- es quien pone al primer ministro, que también es un diputado, como Sánchez.
Nacida en 1971 en Ferrol, localidad obrera de Galicia, en el noroeste de España, de donde era el exdictador Franco, la ministra Díaz se dio a conocer acudiendo a las reuniones políticas con su bebé en brazos, a comienzo de la década pasada.
Tras su entrada en el Gobierno, esta hija de un importante dirigente sindicalista no tardó en ganar notoriedad en el panorama político, gracias a su personalidad afable y su talante negociador, elogiado por todos los agentes sociales, incluida la patronal, pese a sus desacuerdos.
Esa perseverancia en el diálogo le permitió lograr un importante acuerdo sobre la financiación pública del desempleo parcial durante la crisis del Covid-19, además de un alza del salario mínimo o la aprobación de una reforma laboral destinada a reducir la precariedad, una de sus principales luchas.
A diferencia de los dirigentes de Podemos, raudos en atacar a sus compañeros socialistas, ella muestra buena sintonía con Sánchez, de la que es una de sus vicepresidentas.
Con información de Télam