A poco más de una semana del comienzo de los ataques de Hamas a Israel, que derivaron en un nuevo conflicto armado en la Franja de Gaza, el Papa Francisco volvió a hablar en contra de la guerra, a la que calificó como "el enemigo" del diálogo universal. El domingo, el sumo pontífice ya había pedido "que se respete el derecho humanitario" en Gaza.
"Uno no puede lograr una seguridad parcial, de un país, si no es una seguridad integral, de todos. Uno no puede hablar de una seguridad social si no hay una seguridad universal, o que esté en proceso de universalizarse", dijo el Papa en una entrevista con la agencia de noticias Télam.
En ese sentido, profundizó su idea de universalidad que había comenzado a exponer. "Creo que el diálogo no puede ser solo nacionalista, es universal, sobre todo hoy día con todas las facilidades que hay para comunicarse. Por eso hablo de diálogo universal, de armonía universal, de encuentro universal. Y claro, el enemigo de esto es la guerra. Desde que terminó la Segunda Guerra Mundial hasta ahora, hubo guerras en todos lados. Fue lo que me llevó a decir que es. Ahora nos damos cuenta porque se acercó esta guerra mundial", sostuvo Francisco.
El Papa puntualizó, además, cuáles cree que son los orígenes de las guerras. "La explotación es uno de los orígenes de la guerra. El otro origen es de tipo geopolítico del dominio de territorio. Hay guerras que parecen infinitas, que nacen por motivos culturales, pero en el fondo son por dominio de territorio. Myanmar, por ejemplo, es una guerra que lleva años y años, donde un pueblo musulmán, los rohingyas, está sufriendo persecuciones desde hace años y años por un dominio de tipo elitista, como de humanidad superior. Yo creo también que las guerras son fomentadas por las dictaduras. Hay dictaduras declaradas, encontramos muchas en el mundo, y otras que no son declaradas, pero tienen el poder de una dictadura", explicó.
Si bien el sumo pontífice coincidió con la entrevistadora en que "unir" las conciencias "es un inicio en la construcción de la paz y el bien común", pidió: "Con una condición: que se tenga conciencia de la propia identidad. Uno no puede dialogar con otro si no tiene conciencia desde dónde. Cuando dos identidades conscientes se encuentran, pueden dialogar y dar pasos hacia un acuerdo, al progreso, al caminar juntos. Pero si uno no tiene conciencia de la propia identidad, asume lo que le parece y en el fondo traiciona la cultura de su pueblo, de su país, de su familia. La conciencia de la identidad es muy importante para el diálogo".
"Si yo, como católico, tengo que hablar con alguien de otra religión, tengo que tener conciencia que soy católico en serio, y que el otro tiene todo el derecho a su religión. Pero si no tengo conciencia de mi propia identidad no voy a dialogar y voy a reírme de todo, a vender todo, a disimular todo. No tendría una consistencia verdadera", añadió Francisco.
Su visita a la Argentina
Consultado por los viajes "importantes" que tiene pendientes para el futuro próximo, el Papa Francisco respondió: "Sí, Argentina. Me gustaría ir. Me queda Papúa Nueva Guinea, hablando de los más lejos. Y alguno me decía que, ya que voy a Argentina, haga escala en Río Gallegos, después el Polo Sur, aterrizar en Melbourne y después visitar Nueva Zelanda y Australia. Sería muy larga la cosa".
Además, contó cómo planea los viajes que realiza. "Llegan muchas invitaciones, hay todo un elenco de posibles viajes. Y algunos se imponen por sí mismos, por ejemplo el de Mongolia. Otros son más planeados, dentro de Europa, por ejemplo el viaje a Hungría. Depende de cada caso. Siempre hay una invitación, tiene que haberla, y después la intuición del momento. No es automática, cada decisión es original", reveló.