Desde que comenzó 2023, la violencia no para de crecer en el conflicto israelí-palestino, de la mano en parte del ascenso del flamante Gobierno de Benjamin Netanyahu, un Ejecutivo considerado por la propia sociedad israelí como el más corrido a la extrema derecha de la historia del país. Esta última semana no fue la excepción. Primero, un operativo del Ejército de ocupación en la ciudad palestina de Nablus terminó con cuatro civiles muertos, luego un grupo de colonos israelíes atacaron un pueblo un poco más al Sur y este domingo la venganza llegó con un atentado palestino que dejó dos colonos fallecidos. Apenas horas después, el día concluyó con cientos de colonos incendiaron filas y filas de casas y coches cerca de allí. Según denunciaron, mataron a un palestino e hirieron a unos 390.
La espiral de violencia concluyó bajo la mirada atenta de dirigentes políticos israelíes, algunos apoyaron a la distancia y otros incluso estuvieron en el lugar, y del Ejército, que tiene una base no muy lejos de allí, en esa parte del norte de Cisjordania, uno de los territorios que Israel ocupa militarmente desde 1967 y que, según la mayoría de la comunidad internacional, debería pertenecer a un futuro Estado palestino en el caso de una solución de dos Estados. En ese territorio viven más de tres millones de palestinos y más de medio millón de israelíes, estos últimos en colonias construidas, subvencionadas y protegidas por el Estado israelí.
Mientras aún ardían las llamas en el poblado palestino de Huwara, el Ministerio de Salud palestino confirmó la muerte de un hombre tiroteado durante los enfrentamientos en la localidad de Zatara, al sur y cerca de la colonia de Kfar Tapuach, informó la agencia de noticias palestina WAFA. La víctima fue identificada como Sameh Aqtash, de 37 años, según la Autoridad Palestina, quien denunció la presencia de fuerzas israelíes en el lugar.
Los colonos exigían a las fuerzas de seguridad que ataquen los "nidos de terrorismo" de esta zona y prendieron fuego todo lo que se encontraron en el camino. Medios palestinos publicaron imágenes de viviendas y vehículos en llamas, e informaron que varios palestinos tuvieron que ser atendidos por personal sanitario por la inhalación de gas lacrimógeno.
Un hombre está herido grave por el impacto de una piedra en la cabeza y otro fue golpeado con una barra metálica. La Media Luna Roja Palestina confirmó que atendió a 390 personas heridas en los enfrentamientos y denunció que tres ambulancias fueron atacadas.
El Ejército israelí, en tanto, se limitó a informar de "violentos disturbios en varias ubicaciones" de Cisjordania.
Un proyecto para echar nafta a la escalada
Como si el clima no estuviera lo suficientemente caldeado, ministros del Gobierno de Israel aprobaron este domingo un proyecto de ley para imponer la pena de muerte a palestinos que cometan ataques letales contra sus ciudadanos, una iniciativa que comenzará a ser debatida esta semana por el Parlamento, donde el premier Benjamin Netanyahu posee una ajustada mayoría.
El gran impulsor de esta iniciativa es Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional y líder del partido político de ultraderecha Poder Judío, que forma parte de la coalición de gobierno encabezado por la agrupación Likud de Netanyahu.
Ben Gvir celebró la aprobación del proyecto en el gabinete y la vinculó al ataque que dejó dos colonos muertos este domingo. "En este día tan difícil, en el que han muerto dos ciudadanos israelíes en un ataque terrorista palestino, no hay nada más simbólico que aprobar el impulso de un proyecto de ley que estipula la pena de muerte para los terroristas", aseguró, el diario Times of Israel.
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La ley será presentada el próximo miércoles ante el Parlamento para que reciba una aprobación preliminar en comisión. Luego deberá someterse a debate en el seno del llamado Gabinete de Seguridad Nacional, antes de una votación de la ley en primera lectura en el pleno parlamentario.
Por su parte, la Fiscalía General de Israel anticipó que hará todo lo posible para bloquear el avance de la legislación, sobre cuya legalidad expresó serias dudas. Esta ley, a grandes rasgos, describe como "terrorista" a cualquiera que "intencionadamente o por indiferencia cause la muerte de un ciudadano israelí cuando el acto se lleva a cabo por un motivo racista o de odio a un público determinado, y con el propósito de dañar al Estado de Israel y el renacimiento del pueblo judío en su patria".
Además, si se comete un delito de este tipo en el territorio palestino ocupado de Cisjordania, este castigo se aplicará en los tribunales militares incluso si el fallo no es unánime, y el castigo no podrá aligerarse después de que se finalice en un tribunal regional. Este último punto inquieta a la Fiscalía porque el Parlamento israelí no tiene ningún tipo de soberanía sobre la parte de Cisjordania bajo ocupación militar israelí, ya que la máxima autoridad israelí allí es el Ejército.
Los críticos del proyecto destacan, asimismo, que este proyecto implicaría que el Gobierno de Israel está imponiendo su ley nacional en la ocupada Cisjordania, lo que supondría a todos los efectos una violación de las bases fundamentales de todos los acuerdos firmados con los palestinos.
El anuncio también coincide, a nivel regional, con una cumbre de responsables de seguridad palestinos, israelíes, estadounidenses y egipcios en la ciudad jordana de Aqaba, con el objetivo de disminuir la tensión en la región tras meses de escalada por las operaciones israelíes en Cisjordania y los ataques palestinos en Jerusalén y alrededores.
Con información de Télam