Los finlandeses acudirán mañana a las urnas en lo que se prevé sean unos reñidos comicios parlamentarios tras una campaña que, pese a la reciente ratificación para ingresar a la OTAN en el marco de la guerra en Ucrania, estuvo centrada principalmente en temas de economía y políticas sociales.
Los últimos sondeos sitúan muy cerca en la intención de voto al Partido Social Demócrata (SDP) de la primera ministra Sanna Marin, el Partido de los Finlandeses nacionalista y antiinmigración, y la centroderechista Coalición Nacional.
Tradicionalmente, la formación con más apoyos entre los ocho principales partidos en el Parlamento suele reclamar el puesto de primer ministro y trata de formar gobierno, recordó la agencia de noticias AFP.
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Marin llegó al cargo en 2019, convirtiéndose en la primera ministra más joven del mundo con 34 años, al frente de una amplia coalición de centroizquierda y se convirtió en la dirigente más popular del país en este siglo, según las encuestas.
Algunos la ven como una líder fuerte que gestionó con maestría la pandemia de Covid-19 y el proceso de entrada a la OTAN, pero desde la Coalición Nacional conservadora, el dirigente Petteri Orpo le reprochó al gobierno haber incrementado irresponsablemente la deuda.
Esta creció del 64% al 73% del PBI desde 2019 y la formación opositora propone resolverlo con un recorte presupuestario de 6.000 millones de euros.
Marin, en tanto, defendió su gestión y acusó a la Coalición Nacional de querer "quitar (dinero) a los pobres para dárselo a los ricos".
En la pugna se sitúa también el Partido de los Finlandeses, cuyo respaldo se disparó desde el pasado verano boreal ante el encarecimiento de la energía y el costo de vida vinculado a la guerra en Ucrania y las tensiones con Rusia, país con el que Finlandia comparte más de 1.300 kilómetros de frontera.
La formación previsiblemente superará su récord de 19% de los votos de 2011. Incluso puede ganar los comicios, algo que nunca consiguió la extrema derecha en Finlandia.
El partido euroescéptico promueve una política dura contra la inmigración, se fija a largo plazo salir de la Unión Europea y quiere aplazar el objetivo de neutralidad de carbono del país fijado en 2035.
Tan importante como los comicios de mañana serán las negociaciones posteriores para construir una coalición de gobierno, que se auguran complicadas por la fragmentación del voto.
El actual gobierno está compuesto por una alianza de cinco partidos, lo que generó conflictos internos, sobre todo por la postura del Partido de Centro, socio mayoritario del SDP y que según los sondeos sacaría menos del 11% de los sufragios en lo que sería el peor resultado de su historia.
Con información de Télam