En la antesala de una nueva reunión de la OTAN, el secretario general de esta entidad, Jens Stoltenberg, anunció que Turquía enviará en los próximos días un proyecto de ley a su Parlamento para avanzar con la incorporación de Suecia a la Alianza Atlántica. Stoltenberg calificó a este día como "histórico", luego de haberse reunido con el reelecto presidente Recep Tayyip Erdogan y con el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson. Hasta el momento, la negativa de Turquía es lo que frena el ingreso de Suecia que, luego del ingreso de Finlandia este año, también espera lo mismo.
"Estoy contento de anunciar que el presidente Erdogan ha acordado enviar el Protocolo de Adhesión de Suecia a la Gran Asamblea Nacional lo más pronto posible, y trabajar junto a la Asamblea para garantizar la ratificación", informó el secretario general de la OTAN según recogió la agencia de noticias AFP. Lo hizo en el marco de una conferencia de prensa en Vilna, Lituania, en la víspera de la cumbre.
La comunicación de Stoltenberg llegó después de que Erdogan revolucionara el escenario este lunes por la mañana al decir que apoyaría a Suecia si previamente la Unión Europea discute el ingreso de Turquía a la comunidad europea. "Abran primero la vía a la adhesión de Turquía a la Unión Europea y después abriremos la vía a Suecia, como abrimos la vía a Finlandia", declaró Erdogan esta mañana. Minutos después recibió cientos de críticas de parte del canciller alemán, Olaf Scholz, y del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quienes afirmaron que ambas cuestiones no estaban conectadas.
La incorporación de Turquía a la UE y la disputa con Suecia
A finales de 2020, la Comisión Europea estimó que la adhesión de Turquía estaba en "un punto muerto" a causa de las decisiones contrarias a los intereses de la UE de sus dirigentes. Durante una cumbre en Madrid el año pasado, la OTAN extendió a Suecia y Finlandia una invitación para adherir de forma plena a la organización, un procedimiento que requiere la aprobación unánime de sus 31 miembros.
Finlandia fue admitida en abril, pero la candidatura sueca se enfrentó al veto de Turquía y Hungría, los únicos dos países que se oponen a la entrada de Suecia, pese a las medidas tomadas por el país escandinavo. El Gobierno turco acusa a Suecia de ofrecer su territorio como refugio a miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), el cual libra una guerra contra el Estado turco para independizar zonas del sudeste de Turquía de mayoría kurda.
Decenas de miles de personas han muerto en el conflicto desde su inicio a mediados de la década de 1980. Turquía exige a Suecia, un país que se precia de su política histórica de recibir a perseguidos políticos, la extradición de miembros del PKK. En los últimos meses, Suecia cambió su constitución, modificó sus leyes antiterroristas y levantó un embargo de armas que le había impuesto a Turquía en 2019, como gestos de buena voluntad hacia Turquía.
A fines de junio, un tribunal sueco emitió una sentencia inédita al condenar a un ciudadano turco de origen kurdo a cuatro años y medio de prisión por "intento de financiamiento del terrorismo" del PKK. Sin embargo, la situación entre Estocolmo y Ankara se volvió a tensar a fines de junio, luego de que un hombre quemara un ejemplar del Corán, el texto sagrado del Islam, en una manifestación en la capital sueca, con la autorización de la Policía. Ese episodio dilató hasta hoy el proceso de adhesión de Suecia a la OTAN.
Con información de Télam