El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó hoy "enérgicamente" el ataque perpetrado el sábado por el Ejército ruso contra un edificio residencial en la ciudad de Dnipro, en el este de Ucrania, que dejó al menos 40 muertos, aunque Moscú rechaza haber bombardeado la zona.
La vocera adjunta de Guterres, Stephanie Tremblay, advirtió que "los ataques contra civiles e infraestructura civil violan el Derecho Internacional humanitario".
"Deben terminar de inmediato", remarcó, según la agencia Europa Press.
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Además, Tremblay reseñó que Guterres ha trasladado "su más sentido pésame a las familias de las víctimas del atentado de Dnipro y desea una pronta recuperación a los heridos", según consta en un comunicado.
Las autoridades ucranianas informaron hoy que ya son 40 los muertos, entre ellos tres niños, por el ataque ruso llevado a cabo durante el fin de semana.
Además, habría 75 personas heridas, 14 de ellas menores de edad, y habría más de una treintena de personas desaparecidas.
Los servicios de emergencias, mientras, lograron rescatar a cerca de 40 personas, incluidos seis menores.
El primer ministro de Ucrania, Denis Shmigal, informó el domingo de que el día anterior Ucrania había sido objetivo de más de 30 misiles lanzados por las Fuerzas Armadas rusas, 20 de los cuales lograron ser derribados por los sistemas de defensa.
Moscú, sin embargo, negó haber atacado el edificio.
Las fuerzas armadas rusas no bombardean inmuebles residenciales, ni infraestructuras civiles. Bombardean objetivos militares", declaró a la prensa el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.
Con información de Télam