El primer ministro israelí, Naftali Bennett, alertó hoy sobre una posible ola de violencia, luego de la muerte de cinco personas en un ataque armado cometido por un palestino en el centro de Israel.
La matanza de ayer de cuatro civiles y un policía en Bnei Brak, una ciudad ultrarreligiosa cerca de Tel Aviv, fue el tercer ataque mortal en Israel en una semana.
Bennett, quien encabeza una heterogénea coalición de Gobierno que agrupa desde partidos judíos nacionalistas hasta agrupaciones palestinas, afirmó que el país "se enfrenta a una ola de terrorismo árabe asesino".
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El jefe de Gobierno también anunció una reunión de los principales responsables de seguridad del país para revisar la situación.
"Diaa Armashah, de 27 años, un palestino de la localidad cisjordana de Yabad, llegó a la calle Jabotinsky en Bnei Brak armado con un fusil de asalto M-16", informó la policía israelí en un comunicado.
Siguiendo a una calle cercana, disparó a dos ucranianos de 32 y 23 años, y, luego, mató a dos israelíes antes de ser confrontado por la policía, y uno de los oficiales murió en el tiroteo.
La policía indicó que sus fuerzas se mantienen en alerta máxima y que enviaría unidades adicionales a Cisjordania y sus alrededores.
Con los hechos de ayer aumentó a 11 el número de muertos en ataques en Israel en la última semana, sin contar a los atacantes.
Las restantes víctimas eran tres israelíes de 29, 32 y 26 años, todos hombres.
Los dos ucranianos no fueron identificados por su nombre, aunque su embajada en Israel confirmó su nacionalidad y condenó los "atroces ataques terroristas".
Unos 15.000 ucranianos viven en Israel, pero desde la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, el país ha recibido a unos 20.000 refugiados procedentes de esa antigua república soviética, señaló una vocera del ministerio del Interior.
Una fuente diplomática ucraniana citada por la agencia de noticias AFP dijo que eran trabajadores temporales que llevan años en Israel, a diferencia de los refugiados de la guerra.
Los funerales de dos de los israelíes se celebraron hoy, mientras que los del otro serán mañana en Nazaret.
El presidente palestino, Mahmud Abas, que controla los territorios de Cisjordania, ocupada por Israel, emitió una inusual condena de los ataques.
"El asesinato de civiles palestinos e israelíes solo agrava más la situación, cuando nos estamos esforzando por alcanzar la estabilidad", declaró en un comunicado transmitido por la agencia de noticias oficial palestina Wafa.
El domingo pasado, dos policías israelíes murieron en un ataque armado en la ciudad norteña de Hadera
La acción fue reivindicada por el grupo Estado Islámico (EI), en la primera vez desde 2017 que esa organización yihadista se atribuye un ataque armado en territorio israelí. Los autores fueron abatidos.
El 22 de marzo, un palestino vinculado a ese grupo islamista sunnita mató a cuchilladas y con un vehículo a cuatro israelíes, dos hombres y dos mujeres, en la ciudad sureña israelí de Beersheva.
El atacante fue identificado como un profesor condenado en 2016 a cuatro años de cárcel por planear viajar a Siria para luchar junto al EI y por hacer apología de esa organización.
El movimiento islamista Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, consideró que el ataque del domingo fue una "respuesta natural y legítima a la ocupación", y a los "crímenes" de Israel.
Con información de Télam