Israel prorrogó hoy la detención del líder de la Yihad Islámica, Beseem Saadi, poniendo en riesgo los acuerdos de alto el fuego alcanzados el domingo tras la ofensiva en la Franja de Gaza en las que al menos 17 niños murieron, dato que disparó las alarmas en Naciones Unidas.
"Infligir daños a un niño durante el transcurso de un conflicto es muy preocupante", subrayó la Alta Comisionada de la ONU para los DDHH, Michelle Bachelet, al rechazar el alcance de objetivos civiles en la Franja de Gaza y el excesivo uso de la fuerza por parte de Israel en sus operaciones en Cisjordania.
La expresidenta chilena dijo que en lo que va del año al menos 37 menores palestinos murieron en incidentes violentos en los territorios palestinos, 17 de ellos en el reciente cruce entre las fuerzas israelíes y la Yihad Islámica en la Franja de Gaza.
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En este sentido, recordó que "el derecho internacional humanitario es claro": está "prohibido" lanzar cualquier ataque que siquiera se sospeche que puede provocar daños sobre la población civil, un recordatorio que hizo extensivo a las milicias palestinas en Gaza.
Israel lanzó el viernes pasado lo que denominó un ataque aéreo y de artillería "preventivo" contra posiciones de la Yihad Islámica en la Franja de Gaza, lo que llevó a los militantes del enclave a disparar más de mil cohetes, según el Ejército.
Una tregua mediada por Egipto permitió el domingo terminar con los tres días de intensos combates.
El primer ministro israelí, Yair Lapid, aseguró que el bombardeo "asestó un golpe devastador al enemigo" y que "todo el alto mando militar de la Yihad Islámica en Gaza fue atacado exitosamente".
La organización militante dijo que 12 de sus miembros murieron y amenazó con reanudar los enfrentamientos si Israel se niega a liberar a Saadi y a Jalil al Awawda, detenido en la misma redada y que se encuentra actualmente en huelga de hambre.
Ajeno a las amenazas, un tribunal militar israelí prorrogó hoy por otros seis días la detención de Saadi, encarcelado a principios de julio en la localidad de Jenín en el marco de una serie de operaciones de las fuerzas israelíes.
El acuerdo de alto el fuego auspiciado por Egipto recogía precisamente el compromiso de trabajar para lograr su puesta en libertad.
Sin embargo, Israel dijo que no tiene intención de liberarlo en un futuro cercano y el ministro de Defensa, Benny Gantz, señaló que Israel "no mantiene a nadie arrestado por nada", informó Europa Press.
La detención de Saadi el 1° de julio y la posterior promesa de la Yihad de tomar represalias desencadenó un endurecimiento del bloqueo de Israel a los palestinos de Gaza y de los territorios ocupados de Cisjordania previo a los bombardeos.
El servicio de inteligencia Shin Bet había apuntado durante los últimos meses que Saadi "trabaja duro para restaurar las actividades de la Yihad Islámica" y que "está detrás de la creación de una fuerza militar significativa" del grupo en Cisjordania, especialmente en Jenín.
Ayer, el enviado de Naciones Unidas para Medio Oriente, Tor Wennesland, anunció que un equipo de su oficina visitará a Saadi en la prisión en el marco de los compromisos alcanzados como parte de la tregua.
Según la Media Luna Roja, 48 personas murieron en la reciente operación militar en la Franja de Gaza.
"La Media Luna Roja de Palestina traslada hoy el cuerpo de una niña de 10 años a la Franja de Gaza. La niña fue hospitalizada para tratar las heridas graves recibidas durante la última escalada en la Franja de Gaza", destaca el comunicado.
La nota agrega que según los datos actualizados, murieron 48 personas, 18 de ellas menores, y 360 resultaron heridas, incluidos 151 menores.
La tensión también es "muy alta" en Cisjordania, un territorio en el que Bachelet denunció que Israel hace un uso excesivo de la fuerza de forma recurrente, lo cual ha derivado en un "alarmante" aumento en el número de víctimas.
La dirigente reclamó investigaciones transparentes e imparciales sobre todos los incidentes, ya que en lo que va de año han perdido la vida al menos 74 palestinos, incluidos 20 niños y adolescentes.
La Alta Comisionada afirmó que, en términos generales, hay una ausencia "casi total" de rendición de cuentas por los presuntos abusos cometidos por las distintas partes, lo que favorece "un clima de impunidad" que, a su vez, "deriva en una espiral de violencia y en la repetición de los abusos".
Con información de Télam
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