Un terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter, sacudió el centro de México la noche de este martes, dejando hasta el momento un fallecido y 1,6 millones de personas sin luz. El terremoto se registró en el aniversario del temblor de magnitud 8,2 que causó un centenar de muertes en Oaxaca en 2017 y días después, el 19 de septiembre, otro seísmo (también de 7,1) causó la muerte de más de 350 personas.
El temblor se produjo a las 20:47 hora local, con origen a 14 kilómetros al sureste de Acapulco, en el Estado de Guerrero. Poco antes de las diez de la noche, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó: “Afortunadamente, no hay daños graves”.
Media hora después, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, informó sobre una víctima fatal. Por su parte, pasada la medianoche, la Comisión Federal de Electricidad, CFE, informó que el servicio de luz volvería a la normalidad.
Astudillo explicó ante medios locales que la persona fallecida fue aplastada por un poste que se cayó durante el seísmo a 50 kilómetros al norte de Acapulco. Mientras tanto, autoridades continúan con tareas de revisión de las zonas afectadas y alertaron sobre deslizamientos de tierras en las las rutas. “Estemos atentos a sus recomendaciones y pendientes en caso de que haya réplicas”, afirmó. De hecho, desde ayer a la noche hasta el momento hubo una decena de réplicas del terremoto de 7,1 puntos.
Vecinos de distintas colonias de la capital mexicana dieron parte a las autoridades sobre posibles fugas de gas. Además, en algunos puntos de la ciudad se registraron cortes del servicio de luz, telefonía y de internet y se apagaron los semáforos.
La alcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, indicó a través de su cuenta de Twitter que, hasta el momento, no hubo informes inmediatos de daños graves en la capital y que se habían hecho varios sobrevuelos. Sí insistió con las fallas del servicio eléctrico en algunas áreas.
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