El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se juega este domingo una pulseada fuerte por la aprobación de la reforma eléctrica, que la oposición rechaza y que exige una mayoría calificada de 57 votos, y presiona con una modificación de la Ley de Minería, lo que ya abrió brecha en la bancada opositora del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La sesión inició como estaba previsto este domingo, pero rápidamente la tensión acumulada en los últimos días estalló. Una bancada opositora pidió excusar a dos legisladoras por presuntos conflictos de intereses, lo que fue rechazado por el oficialismo. En medio de reclamos y un tono de la discusión cada vez más elevado, la sesión fue levantada con un cuarto intermedio hasta que se tome una decisión y recién a la tarde pudo resumir. Se espera un largo debate.
Como muestra de las tensiones que genera en la principal fuerza de oposición la reforma eléctrica, en un intento por meter dentro del redil a los díscolos, el coordinador de la bancada del PRI en la Cámara Baja, Rubén Moreira, advirtió que quien falte este domingo a la sesión sin causa justificada "se entenderá que apoya esa reforma que impulsa la fracción de Morena", el partido de López Obrador.
"Nos hubiera gustado dialogar punto por punto" de la reforma eléctrica, pero "tenemos un mandato del Consejo Político Nacional; quien falte sin causa justificada se entenderá que apoya la iniciativa que recibimos, quien vote a favor está faltando con el mandato del órgano de gobierno priista", remarcó el también presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados en un comunicado.
Esta advertencia apuntó al legislador del PRI Carlos Miguel Aysa, quien por redes sociales anticipó su voto a favor de la reforma, porque se debe "al pueblo, más que a caprichos o intereses de una persona o grupo".
"Fueron incluidos en el dictamen de la reforma los puntos que aprobó el Consejo Político del PRI: la electricidad como derecho humano, bajar los recibos de luz a 43 millones de familias, igual que el alumbrado público, el bombeo agrícola y el agua potable, y acabar con el saqueo y fraudes millonarios de empresas extranjeras, pero siempre manteniendo la inversión privada legal", repasó el legislador disidente, que por ahora se mantiene dentro del PRI, citado por el diario La Jornada.
La alianza gobernante necesita que al menos algunas bancadas opositoras (PRI, PAN, PRD) voten divididas porque el proyecto exige una mayoría de dos tercios, fijada en 57 votos. La postura de rechazo ya fue cuestionada desde el oficialismo porque el proyecto incorporó nueve reformas propuestas justamente por los bloques opositores.
El miércoles de la semana pasada el presidente López Obrador llevó la pulseada por la reforma eléctrica a la máxima tensión, cuando anticipó que ya firmó un proyecto de Ley Minera, que pone en manos del Estado el litio, que es un commodity codiciado por empresas privadas y por otros países.
"Acabo de firmar la reforma a la Ley Minera, que no requiere las dos terceras partes (del parlamento), para que el litio quede como propiedad de la Nación; vamos a esperar al domingo y de inmediato entra la iniciativa, que sepan los mexicanos que no nos van a poner contra la pared", remarcó en su conferencia de prensa diaria.
El anuncio constituyó una suerte de contramedida por si la oposición abroquelada cumple su promesa de votar en contra de la reforma eléctrica, atendiendo a los pedidos de grandes empresas, evaluaron el diario Reforma y la televisora Telesur.
"El litio, que lo ambicionan, me consta, tanto las corporaciones como los gobiernos extranjeros, va a ser de México", insistió el mandatario.
AMLO, acrónimo por el que se conoce al mandatario en México, consideró una "traición" el anuncio opositor de rechazar la reforma, que iba a ser discutida el martes de esta semana y pasó para mañana, domingo, y hasta ironizó con que no hubo una sugerencia de parte de los representantes de las empresas, sino una orden: "No fue una recomendación; es una orden tajante, ¡todos a votar en contra de la ley eléctrica!".
AMLO defendió además el proyecto de reforma eléctrica como garantía de que los precios de la energía eléctrica no aumenten. El lunes, la iniciativa se aprobó en un plenario de comisiones, con 46 votos a favor, 36 en contra y sin abstenciones. Por eso, este domingo pasó al pleno.
Actualmente, Morena (202), y sus aliados del PVEM (42) y PT (33) juntan 277 votos, mientras que la oposición cuenta con 199 sufragios de la coalición Va por México (PAN 113, PRI 71, y PRD 15), además de los 24 de Movimiento Ciudadano. El grupo mayoritario necesita de 57 votos que PAN, PRD y MC han negado rotundamente. Ahora el PRI sigue siendo la única opción de Morena para lograr los votos necesarios.
Con información de Télam