El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, respaldó hoy al fiscal general, Alejandro Gertz, quien solicitó y logró que un juez federal ordenara "prisión preventiva" contra Emilio Lozoya, exdirector de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) acusado de cobrar sobornos a la constructora brasileña Odebrecht en México.
"Veo bien lo que está haciendo la fiscalía y en este caso también es el poder judicial (...) son los que determinaron que se quedara ahí (en prisión) el señor Lozoya", dijo el mandatario durante su habitual rueda de prensa matutina.
López Obrador dijo también que "hay que tenerle confianza a la Fiscalía" y calificó a Gertz Manero, como " un hombre recto, íntegro" que "no va a permitir la impunidad, no va a actuar por consigna, sabe que es un momento histórico el que estamos viviendo".
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"Creo que se debe de castigar a todos los responsables de recibir sobornos, fue muy lamentable que en el caso de Odebrecht en todos los países se castigó a funcionarios corruptos menos en México", dijo.
Lozoya, de 46 años, fue durante 15 meses "testigo colaborador" en el caso de las coimas por 10,5 millones de dólares que los gerentes de Odebrecht afirman haberle pagado cuando era director de Pemex (diciembre 2012-febrero 2016), a cambio de contratos de obras.
Pero ayer fue encarcelado luego que un juez federal revocara una medida de libertad condicional a pedido de la fiscalía general, por considerar que existe riesgo de fuga.
La Fiscalía sostiene que el riesgo de fuga de Lozoya se basa en que tiene disponibles dos millones de euros y familiares en Europa, entre ellos su esposa en Alemania, y amistades que le podrían ayudar a escapar del país.
Después estar prófugo más de un año, el exdirector de Pemex fue detenido el 12 de febrero de 2020 en Málaga, España, y extraditado a México en julio de ese mismo año.
El presidente mexicano enfatizó que nunca dio órdenes a Gertz Manero.
"Imagínense dar órdenes al fiscal, primero nunca lo haría, nunca lo he hecho, ni con los periodistas que más me atacan", aseguró.
Lozoya había llevado su proceso con medidas cautelares como parte de un acuerdo con la fiscalía a cambio de testificar contra otros presuntos involucrados, entre ellos el expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) y el exministro de Hacienda y canciller, Luis Videgaray.
Según una declaración de agosto de 2020, filtrada a la prensa por fuentes judiciales, el exjefe de Pemex aseguró haber seguido instrucciones de Peña Nieto y de Videgaray, para gestionar sobornos que terminaron financiando la campaña a la presidencia.
Además, afirmó que otros cinco millones de dólares sirvieron para sobornar a legisladores que aprobaron varias "reformas estructurales", como la energética.
La fiscalía alegó ayer que Lozoya no había cumplido con los requisitos para obtener un criterio de oportunidad (testigo cooperante) y ratificó los cargos en su contra por uso de recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho.
De ser encontrado culpable, Lozoya podría pasar hasta 30 años en prisión.
El caso de Lozoya había sido presentado por el gobierno de López Obrador como un avance en su cruzada contra la corrupción.
López Obrador utilizó la versión de Lozoya para publicar en su reciente libro, "A mitad del camino", que "en los últimos tiempos se comprobó que legisladores de los partidos de la supuesta oposición recibieron sobornos para aprobar la denominada reforma energética", citando la confesión de Lozoya "en calidad de testigo colaborador" de la Fiscalía.
Con información de Télam