Elecciones en México: AMLO monopoliza la campaña y su candidata es por lejos la favorita a quedarse con la Presidencia

Claudia Sheinmbaum Pardo es, por lejos, la favorita para quedarse con la presidencia de México. La candidata oficialista duplica en intención de votos a sus contrincantes, sin embargo y sin quitarle sus méritos, su ventaja en los sondeos no pueden analizarse sin vincularlo al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Pese a que el tema seguridad y narcotráfico encabezan el listado de críticas al país, el actual mandatario mantiene un apoyo
firme en la sociedad que le garantizaría la continuidad del proyecto oficialista el próximo 2 de junio.

Su delfina

Cuando el reconocido canciller Marcelo Ebrard competía en la interna con Sheinbaum, AMLO tenía claro que su favorita era la entonces jefa de gobierno de la Ciudad de México. Pese a que el ministro de Exteriores se había destacado en su labor internacional con un AMLO que poco y nada ha salido del país, el presidente había puesto su voto de confianza en la primera mujer en gobernar la capital mexicana y así fue el resultado de la primaria que la
convirtió en la candidata de Morena.

Si bien Sheinbaum y AMLO mantienen diferencias especialmente en agendas relacionadas a cuestiones ambientales e incluso a la política con respecto al petróleo, ella de hecho fue su ministra de Ambiente cuando López Obrador gobernó la ciudad de México, son más las similitudes para una posible continuidad. De hecho, varios analistas le endilgan a ella ser demasiado leal a AMLO, algo que si se mira el contexto de traiciones en la región, no es una
característica para subestimar al momento de elegir un sucesor que garantice la continuidad de un proyecto.

Desde que se conoció que Sheinbaum, doctora en Ingeniería Energética, sería la candidata, los sondeos la colocaron como favorita para ganar. No solo eso, sino que además la diferencia con la segunda mejor candidata posicionada, Xóchitl Gálvez, del movimiento Fuerza y Corazón por México, en el cual se agrupan los tradicionales partidos del PAN, PRI y PRD, es de una amplitud que prácticamente a poco más de dos meses y salvo que ocurra
algún imprevisto, la candidata oficialista tiene garantizada la victoria. Sheinbaum llega a tener una intención de voto en torno al 60%, mientras Gálvez un 30% y el tercer candidato, Jorge Álvarez Máynez, no llega ni a un 3%.

¿Es la continuidad?

“Quien hubiera sido candidato o candidata de Morena iba adelante en las encuestas. Tiene dos componentes, un gobierno fuerte, un gobierno que controla el 75% de la población gobernada, que ha ganado las últimas elecciones regionales, un presidente popular, un presidente dueño de la agenda y una oposición prácticamente desaparecida”, afirmó a El Destape, el analista político y presidente de la encuestadora mexicana Mitofsky, Roy Campos. El especialista suma otro condimento y es que el discurso opositor se enfoca en atacar a AMLO y eso le permite a Sheinbaum avanzar en su campaña sin demasiados cuestionamientos.

Por otro lado, el analista sostiene que AMLO pensó en su sucesora desde hace un tiempo y la propia Sheinbaum empezó a recorrer el país ya en el 2021 mientras la oposición no tenía claro ni definido a sus candidatos. “Entonces ella se posicionó como la continuadora de un movimiento que es aceptado por la mayoría de las personas. Ella se posicionó. Entonces esas personas, sin conocerla realmente qué ha hecho, nada más saben qué es la que el presidente quiere. La posición de ella es la continuadora de un movimiento popular”, agregó Campos.

Es decir, que sin quitarle la trayectoria propia de Sheinbaum que durante su gestión como jefa de gobierno de la ciudad se ganó elogios en la mejora de transporte público, incluso en la baja de mortalidad, también por supuesto críticas, lo cierto es que ser la delfina de AMLO es lo que la posiciona fuertemente para ganar. López Obrador tiene una popularidad arriba del 70% cuando se van a cumplir sus seis años de mandato, prácticamente una
particularidad en una región con mandatarios, con algunas excepciones como Nayib Bukele en El Salvador, con la imagen en caída.

AMLO mantiene el mismo discurso desde el 2000 que continuó en sus candidaturas presidenciales en el 2006 cuando denunció fraude, en el 2012 y la victoria finalmente que llegó en el 2018. Lo que remarcan los analistas es que el presidente tiene una base muy sólida que se encargó de construir al recorrer, como ningún otro mandatario, cada rincón del país, cada municipio, y que incluso le garantizó que en las elecciones regionales el oficialismo obtuviera la victoria en 23 estados, lo que lleva a que prácticamente tres de cada cuatro mexicanos, a nivel regional, son gobernados por Morena también.

¿Qué cambió con AMLO?

“No es el único presidente que ha tenido programas sociales, pero sí es, en este momento, los programas sociales que más identificados han estado con un presidente. Anteriormente los daba un gobierno, los daba un partido, pero hoy, para la gente, los programas sociales los manda López Obrador, y eso lo hace popular”, explicó Campos, en lo que considera un fuerte de la administración de AMLO en su base, algo que la oposición le cuestiona.

Además, podría sumarse el factor económico en donde varios indicadores han mejorado. El especialista destaca que el país crece, el dólar se mantiene estable, la inflación y el empleo también, pese a tener un grado de informalidad alto. También suma mayores inversiones y que algunos lo adjudican solo al hecho o como consecuencia de que Estados Unidos también ha crecido económicamente. Otro de los factores que destacan al analizar la popularidad de AMLO, es haber logrado instalar su narrativa de que la oposición ya gobernó y no lograr cambiar nada y para eso destacan la comunicación, como pueden ser las mañaneras que son las extensas conferencias de prensa que brinda el mandatario a diario.

Principales cuestionamientos

“¿En qué no ha cumplido? Yo creo que su principal falla ha sido la inseguridad. Esa ni siquiera se percibe que haya mejorado. No se percibe, pero tampoco se considera que la oposición y el panel precisen la solución a esa inseguridad. Entonces, por eso no está siendo el tema de la elección. El tema de la elección se llama López Obrador”, asegura Campos en relación a que pese que los números de homicidios y los crímenes vinculados al narcotráfico no han cambiado drásticamente más allá de algunas mejoras, no es quizás el tema de discusión principal de esta campaña pero sí es una de las principales
preocupaciones de los mexicanos.

El especialista explica que en las encuestas cuando se pregunta cuál es la principal preocupación es la inseguridad. “Uno diría, entonces la inseguridad es el tema de la campaña sí, pero este tipo de problemas, incluso también cuando se pregunta por corrupción, la gente piensa que hay mucha corrupción. O sea, que la inseguridad no ha mejorado, que la economía dicen que va bien, la salud está mal, la corrupción hay mucha, y entonces ¿por qué votan por la continuidad? porque para el colectivo la continuidad, aunque no parezca, es regresar al PAN y al PRI”, agregó Campos sobre los sondeos y agrega que
Moreno ha logrado con su narrativa que el cambio es Morena y que trabajan para terminar con los problemas que aducen heredados de otros gobiernos.

Pelea con Milei

“Todavía no comprendo cómo los argentinos votaron por alguien que desprecia al pueblo”, aseguró AMLO en las últimas horas con respecto al presidente Javier Milei. Las palabras del mandatario mexicano, fueron en respuesta a lo que el jefe del Ejecutivo argentino había dicho sobre él en una entrevista con CNN: “Que un ignorante como López Obrador hable mal de mí me enaltece”. Algo que había criticado hasta la propia oposición mexicana, que había rechazado los dichos del líder libertario. El próximo 7 de abril será el primer debate presidencial de cara a las elecciones, y quizás sea un buen termómetro de cómo continuará el apoyo a la continuidad de Morena y ver si tiene algún impacto en los sondeos, que hasta ahora no dudan en poner a Sheinbaum como favorita para convertirse en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos Mexicanos con la continuidad del proyecto de Amlo, pero con una agenda ambiental y feminista más preponderante.