El presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, anunció hoy su decisión de disolver el Parlamento y convocar a elecciones legislativas anticipadas el próximo 30 de enero para superar la crisis política en el país, tras el divorcio entre el primer ministro socialista Antonio Costa y sus aliados de izquierda.
"He escuchado a todas las partes y al Consejo de Estado. He analizado la situación económica y social. He reflexionado sobre la situación económica y financiera. Con todo, he decidido disolver la Asamblea y convocar elecciones para el 30 de enero", dijo el mandatario en un discurso a la nación.
La fecha de los comicios se dio a conocer un día después de que el Consejo -un cuerpo de asesores de la Presidencia- aprobara por mayoría la idea de Rebelo de Sousa de disolver el Parlamento, y en consecuencia el Gobierno mismo, resultado directo de la crisis desatada la semana pasada cuando el oficialismo perdió el apoyo de sus socios de izquierda y no logró validar la ley presupuestaria para el próximo año.
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"En la democracia siempre hay una solución, sin miedo. Es parte de devolverle la palabra a los portugueses. No todos necesitábamos una elección más, pero es la forma de resolver la incertidumbre, la inestabilidad. Es la única forma que permite a los portugueses decidir qué quieren para los próximos años ", defendió Rebelo de Sousa, según reprodujo el diario local Expresso.
En tanto, Costa, que llegó al poder en 2015 al frente de un ejecutivo en minoría respaldado por el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista, ya prometió hacer campaña para intentar obtener "una mayoría reforzada, estable y duradera".
La oposición de derecha, por su parte, sigue sufriendo de divisiones internas que podrían beneficiar al partido de extrema derecha Chega.
Incluso antes del rechazo al proyecto de ley de presupuestos para 2022, el presidente había advertido que adelantaría las elecciones previstas normalmente para el otoño de 2023.
El jefe de Estado intentaba forzar un compromiso entre el Gobierno y los partidos de izquierda porque, en su opinión, la ley de finanzas era "fundamental" para reactivar la economía con la ayuda de los fondos europeos del plan de recuperación post-Covid.
Sin embargo, los aliados de izquierda votaron en contra del presupuesto junto a la oposición de derecha, poniendo fin de una alianza sin precedentes desde la llegada de la democracia portuguesa en 1974.
En consecuencia, los 9 millones de votantes portugueses serán convocados a las urnas por tercera vez en un año, tras las elecciones presidenciales de enero pasado y las municipales de finales de septiembre, en las que los socialistas se hicieron con la victoria en términos globales, pero perdieron plazas clave como Lisboa, la capital del país.
Mientras no está claro cómo quedará la relación entre Costa y sus antiguos aliados de izquierda después de esta crisis, el portal de noticias de Radio Francia Internacional ya da por descontado que en los próximos comicios habrá una alianza que unirá al Partido Socialdemócrata, de centroderecha, con los democristianos del Centro Democrático y Social, la derecha de Iniciativa Liberal y la extrema derecha de Chega.
Con información de Télam