La justicia iraní condenó a muerte a un joven de 18 años por su participación en las protestas desatadas en septiembre pasado en ese país tras la muerte de la joven Mahsa Amini, informó hoy Mizan Online, la agencia de información del Poder Judicial.
El condenado, Arshia Takdastan, ha sido "el líder de la multitud en la plaza principal" de la ciudad de Noushar, de la provincia Mazandaran, en el norte del país islámico, donde participó y organizó "importantes acciones delictivas en los disturbios", señala la agencia iraní.
La sentencia se dictó tras la recopilación de "las pruebas del caso, las confesiones del acusado y sus cómplices, y los informes de la policía", explica Mizan, que subraya que, en diversos mensajes en redes sociales, Takdastan afirma haber golpeado a un agente de la policía en las concentraciones.
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"Animé a los manifestantes y arrojé una botella de cerveza sin alcohol y una piedra hacia un automóvil Toyota de la policía, seguí a uno de los policías, creé un ambiente para que los policías se asustaran y desalojaran la plaza", confesó el joven, según la agencia.
El tribunal condenó a muerte a Takdastan por "corrupción en la tierra" y "moharebeh ("guerra contra Dios" en persa)", después de escuchar al acusado y a su abogado,
La justicia lo acusa de haber "dirigido" en el norte del país las manifestaciones desencadenadas el 16 de septiembre tras la muerte de Mahsa Amini, una kurda de 22 años que falleció tras ser arrestada por la "policía de la moral" por infringir el estricto código de vestimenta de la República Islámica que impone, en particular, el uso del velo en público para las mujeres.
La autoridad judicial no especificó la fecha de la detención de Takdastan.
Desde el inicio del movimiento de protesta, la justicia condenó a muerte al menos a 14 personas relacionadas con las manifestaciones, según un recuento de la agencia de noticias AFP, no contrastado con cifras oficiales.
De ellas, dos fueron ejecutadas, cuatro recibieron la confirmación de su sentencia por el Tribunal Supremo, seis están a la espera de nuevos juicios y otras dos, incluido Takdastan, pueden recurrir el fallo.
Las autoridades afirman que cientos de personas, entre ellas miembros de las fuerzas de seguridad, han muerto y otras miles han sido detenidas.
Estas condenas y ejecuciones generaron repudios y protestas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos a nivel global.
Con información de Télam