Netanyahu exige autorizar los encuentros diplomáticos secretos tras revuelo por la reunión con Libia

29 de agosto, 2023 | 13.40

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aprobó hoy una orden que exige que todas las reuniones diplomáticas secretas deben ser aprobadas por su oficina, días después de que su ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, desató una tormenta diplomática y política al revelar un encuentro secreto con su homóloga libia, Najla Mangush, cesada a raíz del mismo.

Netanyahu buscó hoy distanciarse de la polémica nacional e internacional que generó la noticia en torno al encuentro que mantuvieron Cohen y Mangush en Roma y ordenó que a partir de ahora sea su despacho el que apruebe las conversaciones diplomáticas encubiertas.

La orden aprobada por Netanyahu contempla además que la publicación de detalles sobre este tipo de reuniones debe contar igualmente con el permiso de su oficina, en un aparente intento de distanciarse de la polémica, informó el medio local The Times of Israel.

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Con esta directiva, Netanyahu se hizo eco de las medidas adoptadas por los asediados dirigentes de Libia, que afirmaron no tener conocimiento de la reunión.

Pero, según los analistas, es poco probable que Mangoush o Cohen hubieran celebrado la reunión sin precedentes sin informar a sus respectivos primeros ministros.

Israel y Libia, excepto algunos contactos esporádicos, jamás mantuvieron relaciones diplomáticas.

Sin embargo, fue el mismo Cohen quien el domingo dio la noticias del encuentro y los libios reaccionaron con indignación.

Mangush fue cesada por el primer ministro de unidad de Libia, Abdul Hamid Dbeibé y debió huir en avión a Turquía por motivos de seguridad ante las protestas en la capital del país, Trípoli, y otras ciudades.

Un grupo de manifestantes incendió la casa del propio Dbeibé, mientras que otro grupo irrumpió en la sede del Ministerio de Exteriores.

"Lo que ocurrió en Roma fue una reunión informal, no oficial y no preparada, durante una reunión con el Ministro de Asuntos Exteriores italiano, y no incluyó discusiones, acuerdos o consultas", dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores libio en un comunicado, negando que se hubieran celebrado conversaciones formales con Cohen.

La noticia tampoco fue bien recibida en Israel: Cohen debió hacer frente a una oleada de críticas de "oponentes políticos" que lo tacharon de "irresponsable".

Altas fuentes gubernamentales lo acusaron de infligir un daño grave a la diplomacia israelí.

Netanyahu, exdiplomático, está profundamente involucrado en los esfuerzos por expandir los vínculos de Israel con el mundo árabe y forjar vínculos con más países.

Una fuente anónima de la agencia de espionaje Mossad, citada por el Canal 12, dijo que la conducta de Cohen “causó un daño inmenso a los vínculos formados en los últimos años”, informó The Times of Israel.

En su primera reacción oficial, la Cancillería israelí emitió ayer una declaración que parecía tratar de desviar la responsabilidad y afirmó que Cohen se pronunció sobre el encuentro después de una "filtración" sobre el mismo.

"Es una vergüenza que oponentes políticos que no promueven ningún logro significativo y se precipitan a reaccionar sin saber los detalles y a culparnos de una filtración que no tuvo lugar", tuiteó el funcionario.

Cohen destacó que su cartera "trabaja de forma regular a través de canales abiertos y encubiertos" con el objetivo de "fortalecer las conexiones de Israel con el mundo".

De este modo, enumeró los "logros del Ministerio durante el último año", entre los que destacó la apertura de los cielos de Omán, el acuerdo comercial con Emiratos Árabes Unidos (EAU), dos nuevas embajadas de países musulmanes, el traslado de otras tres a Jerusalén, entre otros, y aseguró que los mismos "no habrían madurado sin unas discretas acciones preparatorias y que llevaron a movimientos secretos a través de muchos canales".

Después de despedir a Mangoush, Dbeibé visitó ayer la embajada palestina en Trípoli.

Durante su visita, el premier libio reiteró nuevamente que no tenía conocimiento de la reunión de Mangoush con Cohen.

El canciller palestino agradeció a Dbeibé por su visita, así como sus declaraciones en contra de "normalizar las relaciones con el Estado ocupante y criminalizar cualquier contacto que reúna a cualquier funcionario libio con representantes del Estado ocupante de Israel".

Normalizar los vínculos con Israel es ilegal en Libia, según una Ley de 1957.

Libia está sumido en el caos, tras el levantamiento respaldado por la OTAN que derrocó y asesinó a Muammar Kaddafi en 2011.

El país está dividido en un gobierno reconocido por la comunidad internacional con sede en Trípoli y representado diplomáticamente por la ministra Mangush, y una administración rival en el este.

Sin embargo, en enero del año pasado, como reseñó el diario Jerusalem Post, un jet privado perteneciente al hombre fuerte de la administración paralela del este de Libia, Jalifa Haftar, aterrizó en Israel.

El propio Kaddafi también se acercó a Israel en varias ocasiones, incluso para impulsar su propuesta de un país palestino-israelí unido, que se llamaría Isratine.

Con información de Télam