Estados Unidos anunció hoy que añadió a Rusia a su lista negra de países "particularmente preocupantes" en materia de libertad religiosa, según un comunicado del jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en un nuevo paso que tensa el vínculo bilateral.
Otros países incluidos por "haber perpetrado o tolerado violaciones flagrantes (..) de la libertad religiosa" son los mismos que en 2020: Arabia Saudita, Myanmar, China, Corea del Norte, Eritrea, Irán, Pakistán, Tayikistán y Turkmenistán.
Cuba, Nicaragua, Argelia y las Comoras (en el sureste de África) están en la lista intermedia de estados "bajo vigilancia", agrega el documento citado por la agencia de noticias AFP..
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Nigeria, en tanto, donde Blinken es esperado esta semana y que había sido incluida en esta lista el año pasado, fue retirada, según el comunicado.
"Estados Unidos no se desviará de su compromiso de defender la libertad de religión y creencias para todos y en cada país", dijo Blinken.
"En muchos lugares en el mundo, seguimos viendo a Gobiernos acosar, detener, amenazar, encarcelar y matar a personas simplemente por su voluntad de vivir acorde con sus creencias", añadió.
La decisión de la Casa Blanca tensa aún más las ya complicadas relaciones entre Washington y Moscú.
Tras la Guerra Fría, las relaciones bilaterales se deterioraron aun más después de la anexión de Crimea por parte de Rusia (2014) y siguieron degradándose desde la llegada a la Casa Blanca del presidente Joe Biden.
La competencia militar entre las partes, heredadas del período de la Unión Soviética, la expansión militar de Moscú frente a la OTAN y la Unión Europea (UE), las revoluciones de colores en la geografía de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y la Primavera Árabe en el Medio Oriente fueron factores que debilitaron la relación.
Estados Unidos, por otra parte, presiona a la Unión Europea (UE) para que limite su cooperación con Rusia, especialmente en el campo de la energía, que tiene un gran efecto en la creciente competencia entre los dos países y la tensión en las relaciones.
Washington acusó a Moscú de interferir en sus elecciones presidenciales de 2016, llevando las relaciones bilaterales al nivel similar al de la era de la Guerra Fría.
Tampoco mejoraron las relaciones durante el período del expresidente Donald Trump debido a las acusaciones de Washington de injerencia en las elecciones presidenciales de 2020, espionaje y ciberataques.
Biden ordenó en abril pasado nuevas sanciones contra entidades vinculadas a Rusia, la expulsión de 10 diplomáticos y una prohibición hecha a los bancos estadounidenses de comprar directamente deuda emitida por Rusia.
La respuesta del Gobierno ruso incluyó la expulsión de 10 diplomáticos estadounidenses y la prohibición a las representaciones estadounidenses a emplear a extranjeros.
En septiembre pasado, el Gobierno ruso aseguró tener pruebas de la injerencia de Estados Unidos en procesos electorales de la Federación Rusa confirmadas con documentos.
Con información de Télam