El pasado domingo, en la segunda vuelta presidencial, resultó electo Javier Milei como presidente de la República Argentina con un 55,7% de los votos válidos emitidos, imponiéndose sobre los 44,3% de Sergio Massa.
En el ámbito nacional, muchas han sido las repercusiones tras sus primeras declaraciones sobre privatizar los medios de comunicación y las empresas del Estado, frenar la obra pública, poner en duda el pago de aguinaldos en el sector público, y hasta afirmar que va a ejecutar un ajuste que, “si no lo paga la política”, "puede que termine en una hiperinflación y va a ser monstruoso porque va a mandar al 90% de la población debajo de la línea de la pobreza".
Por su parte, el ámbito internacional ha sido también un eje de debates durante la campaña electoral, cuando el ahora presidente electo prometió romper relaciones con China y Brasil (principales socios comerciales de Argentina) alegando que no estaba dispuesto a “pactar con comunistas”, o cuando calificó al Papa Francisco como "el representante del maligno en la Tierra” por considerar que “impulsa el comunismo".
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Las reacciones del mundo tras el triunfo de Milei: idas, vueltas y reacomodamientos
Tras resultar electo, Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, advirtió que si Argentina rompía relaciones diplomáticas con China cometería un grave error, ya que “China es el segundo socio comercial de Argentina y el primer mercado de exportación de sus productos agrícolas”. Por su parte, el Papa Francisco llamó por teléfono al presidente electo, quien ahora se refirió al sumo pontífice como “Su Santidad” y lo invitó a visitar la Argentina.
De hecho, el pasado miércoles Milei agradeció a cada uno de los líderes del mundo que se comunicaron “para felicitar a nuestro equipo y manifestarme sus buenos deseos para el futuro de la Argentina”, mencionando en primer orden a “Su Santidad”, y luego a Luis Almagro, Secretario General de la OEA; Daniel Noboa, Presidente electo de Ecuador; David Cameron, Ministro de Relaciones Exteriores de Reino Unido; Emmanuel Macron, Presidente de Francia; Gabriel Boric, Presidente de Chile; Giorgia Meloni, Presidenta del Consejo de Ministros de Italia; Ilan Goldfajn, Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo; Isaac Herzog, Presidente de Israel.
También agradeció a Kristalina Georgieva, Directora General del FMI; Katalin Novák, Presidenta de Hungría; Guillermo Lasso, Presidente de Ecuador; Luis Lacalle Pou, Presidente de Uruguay; María Corina Machado, referente de la oposición venezolana; Narendra Modi, Primer Ministro de la India; Nayib Bukele, Presidente de El Salvador; Nito Cortizo, Presidente de Panamá; Dina Boluarte, Presidenta del Perú por medio de un golpe de estado; Vahagn Khachaturyan, presidente de Armenia; Rodrigo Chaves, Presidente de Costa Rica; Santiago Peña, Presidente del Paraguay; y Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania.
Entre los agradecimientos, también hizo mención particular a Joe Biden, a quien felicitó por “su gestión en la liberación de los rehenes del grupo terrorista Hamas”, y, en relación al llamado de 10 minutos que mantuvieron en el que el mandatario estadounidense le dijo que no podría asistir a la asunción, escribió: “espero recibirlo pronto en Argentina”.
Quien sí se tomará la molestia de visitar al presidente electo será Donald Trump, que lo llamó por teléfono para brindar su apoyo y felicitaciones y ofreció su visita, sin aclarar cuándo.
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En relación a China, pareciera que el resultado electoral vino acompañado de un reacomodamiento de la postura de Milei, quien escribió también en X agradeciendo a Xi Jinping por “las felicitaciones y los buenos deseos que me ha hecho llegar a través de su carta. Le envío mis más sinceros deseos de bienestar para el pueblo de China.” En la carta, el mandatario chino además de felicitar al presidente electo, escribió: “atribuyo alta importancia al desarrollo del vínculo sino-argentino, y estoy dispuesto a trabajar junto con usted para continuar la amistad entre ambos países, promover el desarrollo y la revitalización de los dos países”, y agregó: “deseo que bajo su liderazgo, el gobierno y el pueblo de su país conquisten nuevos éxitos en la causa de la construcción nacional”. Además, la potencial canciller del nuevo gobierno argentino, Diana Mondino, se reunió con el embajador chino en Argentina y declaró en una entrevista que "romper relaciones con Brasil o con China no tiene la más mínima lógica".
El presidente de Brasil, Lula Da Silva, no se corrió del protocolo y desde su cuenta en X deseó “buena suerte y éxito al nuevo gobierno”, subrayando el respeto de Brasil por Argentina. También expresó que “Brasil siempre estará disponible para trabajar junto a nuestros hermanos argentinos”, pero, al día siguiente, un comunicado de cancillería anunció que no participará del acto de asunción de Javier Milei y Victoria Villarruel, debido a las declaraciones ofensivas del presidente electo sobre él.
Quien no escatimó en vitoreos y buenos augurios fue Jair Bolsonaro, quien apareció en un video posteado en su cuenta de X, manteniendo una conversación por video llamada con Milei y su hijo Eduardo. Con el puño derecho en alto, ambos exponentes de la derecha golpista brasileña, felicitaron al presidente electo. Bolsonaro confirmó su presencia en Argentina el 10 de diciembre.
Desde la cima de los cada vez más escasos milmillonarios que habitan el planeta, Elon Musk, dueño de X, Tesla, SpaceX, entre otras empresas, dijo en su red social que "la prosperidad está por llegar a Argentina". Durante la campaña Musk, compartió la entrevista realizada a Javier Milei por el periodista conservador Tucker Carlson (quien también celebró el resultado electoral), en un poderoso gesto de apoyo y fue la más vista de la historia de la red social. No hay dudas de que Musk tiene intereses sobre el litio de cada rincón del mundo, incluida Argentina, ya que el llamado “oro blanco” representa un valioso insumo para la industria tecnológica.
En septiembre, un usuario de X había escrito: “qué quilombo mediático sería ver a Musk en Argentina anunciando la construcción de una megafábrica de baterías… el litio está acá”, y Mondino respondió: “en eso estamos”.
Las alianzas político económicas con Israel, que será uno de las primeras paradas en la gira presidencial fueron celebradas con regocijo por Alberto Ades, economista y director del fondo de inversión NWI Management. En un hilo en X dijo que “para un judío, ver al ahora presidente electo flamear la bandera israelí es emocionante. Pero más lo es, y es casi surrealista, ver a miles de jóvenes no judíos, que poco o nada saben de ese país único, su historia y sus desafíos, celebrar esa bandera”.
Entre los que expresaron su preocupación tras la victoria del libertario en el plano internacional, destacan los posicionamientos de Human Rights Watch y Amnistía Internacional Argentina. La primera ONG escribió que “Argentina eligió a Javier Milei en medio de un deterioro económico e institucional. Nos preocupa su posición sobre los derechos de la mujer, la dictadura de 1976 y la libertad de prensa, entre otros. Como con gobiernos anteriores, vigilaremos el respeto de los derechos humanos”; por su parte, Amnistía publicó que “los resultados de las elecciones presidenciales erigieron a Javier Milei como nuevo presidente de Argentina. Llega al poder una fuerza cuyas propuestas de gobierno amenazan derechos como la libertad de expresión, justicia climática, derechos de mujeres y diversidades y la agenda de Memoria, Verdad y Justicia. Como hace más de 60 años, desde Amnistía Internacional estaremos del lado de los derechos humanos en Argentina y en el mundo.”
¿Cuáles son las relaciones internacionales de Javier Milei?
El libertario “anarcocapitalista” llegó al sillón de Rivadavia tras una minuciosa campaña orquestada por una red internacional dirigida por Steve Bannon, el ideólogo de la campaña de Donald Trump, Jair Bolsonaro, José Antonio Kast, Vox de España, la Liga del Norte en Italia, el Frente Nacional de Francia, la Fidesz de Hungría, entre otros, y que cuenta con una escuela internacional radicada en Italia. Bannon es un ejecutivo de medios estadounidense, estratega político, ex-banquero de inversiones en la compañía Goldman Sachs y ex-presidente ejecutivo del portal Breitbart News, principal inversor de Cambridge Analytica, y especialista en utilizar internet y noticias falsas para influenciar campañas políticas. La exitosa campaña de Donald Trump en 2016, se valió de esta estrategia que tuvo como insumo el polémico uso de datos de decenas de millones de usuarios de Facebook.
Sin ir más lejos, recientemente el diputado electo por La Libertad Avanza, Agustín Romo, reconoció que Fernando Cerimedo, director de La Derecha Diario y estratega de campaña de Milei, había trabajado también en las campañas de Bolsonaro y Kast.
Entre las primarias y la elección general, el entonces candidato realizó un intempestivo viaje a Miami y Nueva York, “por motivos personales”. Los trascendidos publicados por la prensa afirmaron que su equipo de asesores aprovechó para tener reuniones con representantes del Fondo de Inversión Black Rock y otros fondos como Allianz SE, FMR, Capital Group, UBS, Credit Agricole Group, Vanguard Group, NN Group, Intesa Sanpaolo, Global Evolution, Ashmore Group, TCW Group.
Black Rock, uno de los actores financieros más importantes a nivel global, jugó un papel protagónico en el proceso de fuga de capitales y de endeudamiento argentino. También tiene participación accionaria en sectores estratégicos para el mundo como alimentos, combustibles y energía. Diana Mondino, próxima canciller argentina ocupó el cargo de directora de Pampa Energía SA, empresa donde Darío Epstein es el representante de BlackRock en el Directorio, según publicó el economista Horacio Rovelli.
La propuesta del libertario para el sector financiero internacional se presenta atractiva, en la medida en que ofrece una Argentina barata y al servicio de la valorización financiera.
Las primeras y precoces afirmaciones del Milei, atadas a su concepción política sobre el libre mercado y la ilusoria ampliación de libertades a partir del ajuste económico y la restricción de derechos sociales y políticos adquiridos, se irán acomodando, según lo dicten las dimensiones económicas y el entramado de alianzas que se vayan consolidando en los próximos días. Naturalmente el próximo gobierno argentino, profundizará las alianzas políticas con los sectores de derecha regional y global, que vienen ofreciendo su apoyo incondicional, pero el recorte de relaciones con China o con Brasil, que ya trajo en lo interno la oposición de sectores interesados en estos temas, no podrá llevarse adelante con la celeridad con la que fue pronunciada en campaña ni será un camino libre de obstáculos. El vínculo con Estados Unidos, interesado en evitar que China continúe avanzando en materia comercial sobre Latinoamérica, también implicará sortear la interna local.
Sin embargo, en un mundo traccionado por la financiarización y la inversión en sectores estratégicos como la industria tecnológica y del conocimiento, será imperioso seguir de cerca los pasos del nuevo gobierno respecto de los vínculos con los capitales globales hambrientos de los recursos (agua, litio, energía, alimentos) estratégicos en el contexto actual. Allí estará el ojo de la tormenta. Si las organizaciones libres del pueblo argentino y latinoamericano están dispuestas a defender la soberanía y la bases de la potencia de un país y una región que en conjunto aún posee los recursos para un desarrollo soberano y con justicia social, entonces habrá lucha. Sólo basta alinearse, bajo el programa común, tal como lo viene haciendo la derecha.