El accidente de helicóptero en el que murió el presidente iraní Ebrahim Raisi fue causado principalmente por las condiciones meteorológicas, que incluían una espesa niebla, dijo el domingo la televisión estatal iraní, citando el informe final de la investigación sobre el incidente. Raisi, de línea dura y considerado como posible sucesor del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, murió cuando su helicóptero se estrelló en mayo en una región montañosa cerca de la frontera con Azerbaiyán.
"La principal razón del accidente del helicóptero fueron las complicadas condiciones meteorológicas de la región", concluye el informe final, según la televisión estatal iraní.
Una espesa masa de niebla provocó que el helicóptero que transportaba a Raisi y sus acompañantes se estrellara contra la montaña, según el informe emitido por un alto comité encargado por el ejército iraní de investigar el incidente. Un informe preliminar del ejército iraní había afirmado en mayo que durante la investigación no se habían encontrado pruebas de algún atentado, informó la agencia de noticias Reuters.
La muerte del mandatario fue confirmada el 20 de mayo último, día siguiente a la noticia del accidente del helicóptero. "El presidente Raisi, el ministro de Asuntos Exteriores y todos los pasajeros del helicóptero murieron en el accidente", dijo a Reuters un alto responsable iraní en aquel entonces. La muerte de Raisi fue confirmada posteriormente en un comunicado en las redes sociales por el vicepresidente Mohsen Mansouri y en la televisión estatal que además informó que las imágenes del lugar mostraban que el avión se había estrellado contra la cima de una montaña, aunque no había información oficial sobre la causa del accidente
La agencia estatal de noticias IRNA dijo que Raisi volaba en un helicóptero Bell 212 de fabricación estadounidense. Raisi, de 63 años, fue electo presidente en 2021 y, desde que asumió el cargo, ordenó un endurecimiento de las leyes morales, supervisó una sangrienta represión de las protestas antigubernamentales y presionó con fuerza en las conversaciones nucleares con las potencias mundiales.
El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, quien ostenta el poder supremo con la última palabra sobre la política exterior y el programa nuclear de Irán, había tratado anteriormente de tranquilizar a los iraníes, diciendo que no habría perturbaciones en los asuntos estatales.
Con información de Reuters