El primer ministro británico, Boris Johnson, se dirigirá al Parlamento el martes para hablar de sus planes para sanear el sistema de asistencia social de Reino Unido, aunque muchos en su propio partido están furiosos porque quiere pagarlo subiendo los impuestos, lo que supondría un claro incumplimiento de sus promesas electorales.
Tras el derroche fiscal por la pandemia de COVID-19, Johnson aborda ahora los problemas del chirriante sistema de asistencia social británico, cuyos costes se dispararán a medida que la población envejezca.
Durante años, los dirigentes británicos han tratado de encontrar una manera de pagar la atención social sin recurrir a impopulares subidas de impuestos. En 2019, Johnson dijo que tenía un plan para la atención social.
Johnson quiere aumentar la cotización a la Seguridad Social (NI, por sus siglas en inglés) que pagan unos 25 millones de trabajadores para subvencionar la atención a los pensionistas, incluidos los jubilados ricos, según medios británicos.
Johnson presidirá una reunión del gabinete el martes por la mañana y luego está previsto que se dirija al Parlamento hacia las 1130 GMT. A continuación, Johnson, su ministro de Economía, Rishi Sunak, y el ministro de Sanidad, Sajid Javid, ofrecerán una rueda de prensa.
"Debemos actuar ahora para garantizar que el sistema sanitario y asistencial cuente con la financiación a largo plazo que necesita para seguir luchando contra el coronavirus y empezar a abordar los retrasos, y acabar con la injusticia de los catastróficos costes de la asistencia social", dirá Johnson en un discurso ante el Parlamento, según extractos del mismo publicados por su oficina.
"Mi Gobierno no eludirá las duras decisiones necesarias para que los pacientes del NHS (Servicio Nacional de Salud británico, por sus siglas en inglés) reciban el tratamiento que necesitan y para arreglar nuestro maltrecho sistema de atención social".
Al igual que muchos otros dirigentes occidentales, Johnson se enfrenta a la exigencia de gastar más en asistencia social después de que el endeudamiento del Estado se disparara hasta el 14,2% de la producción económica, un nivel que no se veía desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Con el actual sistema de asistencia, cualquier persona con un patrimonio superior a 23.350 libras (32.305 dólares) paga por su atención íntegramente. Esto puede llevar a una espiral de costes y a la liquidación completa de los activos de un particular.
La oficina de Johnson y el Ministerio de Hacienda británico se han negado repetidamente a detallar los planes de financiación, pero los medios de comunicación británicos han informado de que Johnson quiere aumentar la cotización a la Seguridad Social que pagan los trabajadores y los empresarios.
A muchos legisladores del Partido Conservador de Johnson les preocupa que esto perjudique a los trabajadores más jóvenes y de bajos ingresos, y que suponga un incumplimiento de su promesa electoral de 2019 de no aumentar la las cotizaciones a la NI.
"Una subida de impuestos sugiere que los ministros son cada vez más conscientes de que el país no puede vivir con dinero de fantasía. Eso, al menos, es de agradecer", dijo William Hague, antiguo líder del Partido Conservador.
"La realidad de una reducción salarial en los hogares para hacer frente a un problema que está fuera del horizonte de la mayoría de la gente no será bien recibida cuando se produzca", dijo Hague, añadiendo que los otros partidos se beneficiarían de la subida de impuestos.
El periódico The Telegraph dijo que los parlamentarios podrían tener una votación rápida sobre los planes de asistencia social a finales de esta semana.
El Gobierno británico dijo el lunes que reservaría otros 5.400 millones de libras (7.500 millones de dólares) durante los próximos seis meses para ayudar al NHS (sanidad pública) a cubrir los costes adicionales de la pandemia de COVID-19 y para hacer frente a los enormes retrasos en los tratamientos.
Con información de Reuters