Xiomara Castro se convertirá este jueves en la primera mujer en gobernar Honduras

La presidenta electa asumirá en medio de una fuerte crisis con el Parlamento. Recibió el apoyo de la ciudadanía, las fuerzas de seguridad y sus pares de otros países.

25 de enero, 2022 | 21.19

Xiomara Castro se convertirá este jueves en la primera mujer que gobernará Honduras, tras arrasar en las elecciones de noviembre pasado. Cabe remarcar que, más allá del triunfo en los comicios, su liderazgo está siendo disputado por un grupo de legisladores rebeldes que durante este martes instalaron una legislatura paralela, con lo que amenazan sus planes de combatir la corrupción, el narcotráfico y la pobreza.

Es importante recordar que Castro, de 62 años, ganó las elecciones del 28 noviembre del 2021 con una coalición liderada por su partido, Libertad y Refundación (Libre), tras derrotar al conservador Partido Nacional (PN), del mandatario saliente Juan Orlando Hernández. Este último finaliza su segundo mandato y tras la victoria de la nueva presidenta, se cortará con una hegemonía de dicho partido que se extendió por 12 años.

La presidenta electa es la esposa del expresidente Manuel Zelaya, quien fue derrocado por el recordado Golpe de Estado en dicho país, el 28 de junio de 2009, tras varios meses de crisis políticas entre los poderes de la República -el jefe de Estado se enfrentó al Congreso Nacional, el Tribunal Supremo Electoral y la Corte Suprema de Justicia-. Es clave señalar que no solo es la primera mujer en alcanzar la Presidencia del país, sino que también hizo posible que Libre (fundado en 2011), se ubique al mando del país por primera vez en el tercer intento presidencial de esa fuerza.

En la previa a la asunción de la nueva mandataria, hay gran expectativa y un fuerte apoyo de la ciudadanía que muestra "esperanzas" de revertir el presente de Honduras. Según Agencia Télam, los consultados destacaron la gran convocatoria a las urnas: casi 3,6 millones de personas en un país de 9,5 millones y con 5.182.425 electores habilitados, alrededor de un 68,58 % de votantes. En dicho país, a diferencia de Argentina, el voto no es obligatorio. Castro sacó 1.716.793 votos, esto es el 51,12%; Nasry Asfura, del Partido Nacional, obtuvo 1 240 260, el 36,93%; y Yani Rosenthal, del Partido Liberal, apenas 335.762, el 10%; en una contienda que tuvo 15 candidatos a la Presidencia.

Bajo la propuesta de un "socialismo democrático", la mandataria electa plantea profundos cambios en un país donde el 71% de sus casi 10 millones de habitantes vive en la pobreza, según la ONG Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh). Al mismo tiempo, Honduras es golpeado también por una elevada tasa de homicidios de casi 40 por cada 100.000 habitantes, generada por carteles de drogas y pandillas. A esta difícil coyuntura, generadora de fuertes corrientes migratorias hacia Estados Unidos en busca de empleo, se suman los fenómenos climáticos, intensificados por el calentamiento global.

Castro necesitará del apoyo del Parlamento para resolver la inmensa cantidad de problemas que azota a su territorio; pero desde el Parlamento no tardaron en exhibir signos de resquebrajamiento y se muestra esquivo antes de su asunción. Tanto es así que, a cuatro días de su asunción, dos presidentes paralelos fueron designados para el Congreso en ceremonias separadas. Luis Redondo, de la agrupación aliada Partido Salvador de Honduras (PSH), propuesto por Castro y cuyo partido fue clave para que ganara las elecciones a cambio de nombrar al aspirante presidencial de esa formación, Salvador Nasralla, como vicepresidente y Jorge Cálix, de Libre.

El viernes anterior, un grupo de legisladores de Libre desestimó la propuesta de la presidenta electa y decidieron respaldar a Cálix al frente del Parlamento, cuya candidatura contó el apoyo del PN y otras bancadas opositoras a Castro en una sesión realizada en medio de gritos y golpes. Posteriormente, la veintena de disidentes de Libre fueron expulsados. Castro acusa a los disidentes de aliarse con el PN para impedir las transformaciones que prometió en la campaña, como la restitución de leyes contra la impunidad, desmanteladas por el gobierno de Hernández, quien fue señalado por fiscales de Nueva York de mantener vínculos con el narcotráfico, mientras su hermano, el exdiputado Juan Antonio "Tony" Hernández, cumple cadena perpetua en Estados Unidos por ese delito.

Cálix consideró que Libre debe presidir el Parlamento porque tiene la primera mayoría, con 50 legisladores. Por eso se mostró a favor de una nueva votación mientras que Redondo informó que fue llamado por la embajada de Estados Unidos para conversar sobre el asunto. En tanto, la junta directiva del Congreso Nacional avalada por la presidenta electa instaló este mismo martes la legislatura 2022-2026 en el hemiciclo parlamentario, mientras una cúpula parlamentaria paralela sesionó de forma virtual para llevar a cabo el mismo acto. Los planes parecen continuar sin modificaciones: Castro invitó a Redondo a colocarle la banda presidencial, sin embargo si hasta el día de la investidura la dirección del Parlamento no está definida, lo puede hacer un juez, según la ley.  En medio de la crisis, la presidenta electa recibió el respaldo de las influyentes Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

En este contexto de incertidumbre, el jueves asumirá Castro en una ceremonia que se realizará en el Estadio Nacional de Tegucigalpa y que ya tiene confirmada la asistencia de las vicepresidentas de Estados Unidos, Kamala Harris y de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. También estará el rey de España, Felipe VI; y además se espera la presencia del presidente electo de Chile, Gabriel Boric; su par de El Salvador, Nayib Bukele; Laurentino Cortizo, de Panamá; y los el exmandatarios de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y de Bolivia, Evo Morales.

Hoy comenzaron a llegar las primeras delegaciones al Aeropuerto Internacional de Palmerola, ubicado a seis kilómetros al sur del centro de Comayagua, una localidad de algo más de 100.000 habitantes situada a 90 kilómetros de Tegucigalpa. Por otra parte, en diciembre pasado, el legislador Jair Dixon informó que la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff; sus pares de Paraguay, Fernando Lugo, y de Estados Unidos, Barack Obama, figuraban entre los invitados a la investidura de Castro. Además, se sumarían los premios Nobel de la Paz Rigoberta Menchú y Adolfo Pérez Esquivel, y el exaspirante a la candidatura presidencial demócrata de Estados Unidos, Bernie Sanders.

Con información de Télam.

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