Este sábado un sismo de magnitud 7,2 sacudió Haití y hasta el momento provocó 724 muertes y los heridos se elevaron a más de 2.800, de acuerdo a las autoridades. En tanto, avanzan las tareas de rescate y se mantiene en vigente una alerta roja en la zona de la falla de Enriquillo-Plantain Garden, ubicada a 160 kilómetros de la capital del país.
"Es probable que haya un gran número de víctimas y daños importantes, y es probable que el desastre sea generalizado", aseguró el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), tras emitir una alerta roja "por muertes relacionadas con temblores y pérdidas económicas" que, de acuerdo al organismo, requerirán una respuesta internacional.
Tras el terremoto, el papa Francisco hizo un pedido a la "comunidad internacional" para ayudar al país que todavía no logra recuperarse del sismo de 2010 que provocó más de 200 mil muertos y unos 300 mil heridos. En Puerto Príncipe, por ejemplo, la construcción del principal hospital del país continúa incompleta.
Según el USGS, el sismo que se produjo el sábado por la mañana causó "peligros secundarios como deslizamientos de tierra" que podrían haber provocado nuevos fallecidos. Además, indicó que en general la "población de esta región reside en estructuras que son vulnerables a los terremotos" ya que las construcciones predominantes son de "muros de barro y bloques de adobe". Asimismo, puntualizó que al igual que el del 12 de enero 2010 el sismo del sábado se produjo a lo largo de la zona de falla de Enriquillo-Plantain Garden.
Estado de emergencia en Haití
Tras recorrer la zona, el jefe de Gobierno, Ariel Henry, declaró el estado de emergencia por un mes en los cuatro departamentos afectados por la catástrofe. "Muchas casas están destruidas, hay muertos y muchos están en el hospital" dijo a la agencia de noticias AFP Christella Saint Hilaire, quien vive cerca del epicentro.
"Las casas y los muros que las rodean se han derrumbado. El tejado de la catedral se derrumbó", aseguró Job Joseph, un residente. Sumado a esta tragedia, pronostican la tormenta tropical Grace, que amenaza con lluvias e inundaciones, según el servicio meteorológico estadounidense.
Pero además de los daños provocados por el sismo, Haití, el país más pobre de América, se enfrenta a una complicada situación política tras el asesinato de su presidente, Jovenel Moise, ocurrido el pasado 7 de julio. Pese a que el Ministerio de Salud envió rápidamente personal y medicinas a la península del sureste afectada por el sismo, el arribo está condicionado por la inseguridad ya que bandas armadas bloquean el único camino que une la zona con la capital.