Ucrania y Rusia retoman el diálogo el jueves mientras recrudece la guerra

La ONU alertó que al menos 870.000 ucranianos abandonaron el país en la primera semana de bombardeos y combates con Rusia, el gobierno ucraniano denunció más de 2.000 civiles muertos y el alcalde de Kiev dice que las tropas rusas se acercan. 

02 de marzo, 2022 | 17.13

Los bombardeos rusos y combates en Ucrania no cesaron en este séptimo día de la guerra, pese a que el gobierno de Rusia anunció que mañana jueves se volverá a sentar a diálogar con sus pares ucranianos en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, y adelantó que "un cese al fuego inmediato" está en la mesa. La decisión de ambas partes de volver a hablar no solo se da en el marco de unr recrudecimiento del conflicto armado, sino también en medio de una presión internacional cada vez más fuerte contra Moscú a través de las sanciones impuestas por las potencias occidentales y ahora, también, con una condena de una mayoría aplastante del mundo en la ONU. 

Frente militar

El día estuvo marcado por nuevos bombardeos, ciudades asediadas, una disputa sobre quién controla una localidad y la noticia de la llegada de paracaístas rusos en el centro de Jarkov, una de las ciudades epicentro de la guerra desde hace días. 

La violencia actualmente se concentra en el este del país, en provincias más cercanas al conflicto separatista que hace ocho años vienen peleando milicias pro rusas con las Fuerzas Armadas ucranianas y que fue uno de los principales argumentos de Rusia para atacar al resto del territorio. Primero, Rusia anunció que había tomado el control de toda la ciudad de Jerson, una localidad a orillas del Mar Negro, cercana a la península de Crimea, la parte del territorio ucraniano que Moscú invadió y anexó en 2014. 

"Las unidades de las Fuerzas Armadas de Rusia se han hecho con el control completo de la capital de la provincia de Jerson", dijo a los periodistas el vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov. Sin embargo, unos minutos antes, el alcalde de la ciudad, Igor Kolikhayev, había dicho que que Jerson todavía estaba bajo control de las fuerzas de Ucrania, según reprodujo la agencia de noticias Télam.

El Ejército ruso ya logró el control del puerto de Berdiansk y sostiene una dura ofensiva contra Mariupol, una estratégica ciudad-puerto también en el sureste del país, en donde las milicias separatistas pro rusas dicen haber avanzado hasta cercar toda la localidad. El martes dijeron que están dispuestos a negociar la rendición de las fuerzas nacionales ucranianas antes de tomar el poder y prometieron dejar a los civiles que quieran irse. El alcalde, Vadym Boychenko, en tanto, denunció que los combates y los ataques son constantes. "Hoy tenemos a 128 personas en nuestros hospitales. Nuestros doctores ya no se van a sus casas. Están peleando por las vidas de los vecinos de Mariupol", afirmó.

Mientras crece el temor internacional por la situación humanitaria de millones de civiles ucranianos, el vocero del Ministerio de Defensa ruso informó este miércoles que están en negociaciones con "las autoridades municipales y provinciales" de Ucrania "para asegurar que las obras de infraestructura social siguen funcionando, garantizar el orden legal y la seguridad de la población", según la agencia de noticias rusa Sputnik.

La situación no parece ser tan dialoga con el gobierno municipal de la capital, Kiev. A principio de esta semana, el alcalde, el ex boxeador Vitali Klitschko, denunció que la ciudad estaba bajo un asedio ruso e imágenes satelitales de una empresa estadounidense mostró que un enorme convoy militar del Ejército del país vecino ya está a unos 25 kilómetros de allí. Mientras crece la expectativa por lo que podría pasar con la capital, los bombardeos continuan sin cesar. 

El otro gran frente de batalla del Este es la ciudad de Jarkov, en donde paracaidistas rusos se sumaron a la ofensiva aérea que ese país lanza hace días y ya destruyó gran parte del centro. Según fuentes oficiales ucranianas, la mayoría de los muertos registrados provienen de aquí.

Los servicios de emergencia de Ucrania estimaron que los muertos civiles ya superan los 2.000, pero la ONU por ahora solo confirmó 136, aunque reconoció que es una cifra muy conservadora. En paralelo, se multiplican los rumores y versiones de bajas militares rusas. Aunque está confirmado que estas últimas existen, aún no no hay un número claro. En tanto, la ONU estimó este miércoles que más de 870.000 ucranianos ya abandonaron el país, principalmente hacia la Unión Europea, es decir, a través de los países vecinos de Polonia y Rumania que han abierto sus fronteras para recibirlos. 

Frente diplomático

La noticia más esperanzadora de las últimas 48 horas es que la segunda ronda del diálogo entre Ucrania y Rusia ya tiene fecha y lugar: mañana jueves en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. El asesor del Kremlin y jefe de la delegación, Vladimir Medinski, anunció el futuro encuentro y adelantó que un "cese al fuego inmediato" todavía es una opción viable, aunque las partes mantienen sus diferencias. Poco después, la contraparte ucraniana confirmó que participará de la reunión. 

Ambas partes se reunieron el lunes pasado en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania por primera vez desde el inicio de la ofensiva del jueves 24 de febrero, sin llegar a ningún acuerdo, excepto que habría un segundo encuentro. Desde entonces, se acusaron mutuamente por no comprometerse a dialogar nuevamente y el gobierno ucraniano buscó aliados internacionales para forzar un nuevo encuentro, principalmente a China y al papa Francisco.

Lo que se sabe por ahora es que Rusia reclama que Ucrania reconozca que Crimea es parte de Rusia y que las dos republicas separatistas pro rusas de Donetsk y Lugansk son Estados independientes. Kiev, sin embargo, sigue manteniendo su reclamo de integridad territorial y de soberanía por todo el territorio que hasta 2014 controlaba y que la comunidad internacional en casi su totalidad aún le reconoce. 

Mientras se espera con expectativa ese segundo encuentro y analistas se preguntan por qué Rusia no está utilizando toda su capacidad militar para avanzar más rápido en su objetivo declarado de destruir las Fuerzas Armadas de Ucrania, la presión internacional sobre Moscú no dejó de crecer y de sumar aliados. 

El ejemplo más claro se vio este miércoles en la sede neoyorquina de la ONU. En una sesión especial, del tipo que solo habían sido convocadas 10 veces en la historia, la Asamblea General aprobó por una amplia mayoría una condena "la agresión de Rusia contra Ucrania" y para "exigir" que los bombardeos y los combates cesen de inmediato. "El pueblo de Ucrania desesperadamente necesita paz y las personas alrededor del mundo lo están demandando", había afirmado el secretario general de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres, antes de la votación.

La votación terminó con 141 votos a favor -entre ellos el de Argentina-, cinco en contra -Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Rusia y Siria- y 35 abstenciones, entre ellas las de China, India, Bolivia, Cuba, El Salvador, Irak, Pakistán y Sudáfrica.

A esto se sumó que continuaron entrando en vigencia las sanciones anunciadas por las potencias occidentales contra el sistema financiero ruso y su transporte aéreo, entre otros sectores. Aún no está claro cuán profundo será el efecto de estas medidas sobre la economía y la sociedad rusas. Parte de esta incertidumbre se debe a que importantes socios comerciales de Moscú han rechazado sumarse a la oposición de Estados Unidos, la Unión Europea y otros aliados como Reino Unido, Canadá y Japón.

China, por ejemplo, sostuvo este miércoles que no sancionará a Rusia y mantendrá el vínculo como lo existe hoy. Beijing es un importante comprador de petróleo y gas ruso y es la única potencia de envargadura mundial que se ha abstenido de criticar el ataque lanzado por Rusia contra Ucrania hace siete días. El presidente de la Comisión Reguladora de Seguros y Banca de China, el regulador bancario chino, Guo Shuqing, explicó que no cree en el efecto de las sanciones: “No nos uniremos a tales sanciones y mantendremos intercambios económicos, comerciales y financieros normales con todas las partes relevantes.”