Terminó la tercera ronda de negociaciones ruso-ucranianas, esta vez en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, centradas en los corredores humanitarios aunque las expectativas no son buenas sobre los resultados de la misma.
El asesor presidencial ucraniano y enviado de ese gobierno a las negociaciones con Rusia, Mykhailo Podolyak, informó que la tercera ronda del diálogo terminó con algunos progresos parciales para permitir efectivamente la evacuación de miles de civiles, pero aclaró que aún están lejos de un acuerdo más amplio, según un video difundido por las redes.
El negociador ruso Vladimir Mendinsky, en tanto, aseguró que espera que mañana martes las evacuaciones de civiles empiecen a funcionar sin problemas, no como sucedió en los últimos tres días, en los que ambas partes se acusaron de boicotearlas, incluso con ataques militares que terminaron con civiles muertos. "Nuestras expectativas para esta ronda fracasaron, pero esperamos que podremos lograr pasos más significativos la próxima vez. Las conversaciones continuarán", afirmó Mendinsky.
El presidente ruso, Vladimir Putin, puso como condición previa la aceptación por parte de Kiev de todas las exigencias de Moscú, especialmente la desmilitarización de Ucrania y un estatuto neutral para el país. Además, el Gobierno ucraniano rechazó los corredores humanitarios que evacuarían a miles de civiles hacia Rusia y Bielorrusia tal y como propuso Moscú.
Por su parte, el representante ruso en las negociaciones entre Moscú y Kiev acusó a Ucrania de impedir la evacuación de civiles de zonas de combate y de "usar a los civiles directa e indirectamente incluso como escudos humanos, lo que es claramente un crimen de guerra".
Hoy, el ejército ruso anunció la suspensión temporal de ataques en algunas zonas con fines humanitarios y la apertura de corredores para evacuar a civiles de Kiev, Jarkov, del puerto sitiado de Mariupol y de la localidad de Sumi, cerca de la frontera rusa.
Pero la mitad de estos corredores se dirigen a Rusia y Bielorrusia, lo que "no es una opción aceptable", dijo la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk. Los civiles evacuados de las ciudades de Jarkov, Kiev, Mariupol y Sumy "no irán a Bielorrusia para luego tomar el avión e ir a Rusia", advirtió.
El presidente francés, Emmanuel Macron, que habló con su par ruso el domingo, acusó a Putin de hipocresía y cinismo por su propuesta. "No conozco a muchos ucranianos que tengan ganas de ir a refugiarse a Rusia", dijo Macron en una entrevista emitida por una cadena televisiva.
Sin embargo, en Irpin, una pequeña localidad en las afueras de Kiev parcialmente controlada por las fuerzas rusas, se abrió un corredor humanitario oficioso para que miles de habitantes pudieran huir a través de un puente improvisado y por una ruta custodiada por soldados ucranianos y voluntarios. "Estoy feliz de haber conseguido pasar, ahora todo irá bien", comentó Olga, de 48 años, que fue evacuada con sus dos perros, informó la agencia de noticias AFP.
Desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, el 24 de febrero, diplomáticos de los dos países se vieron en dos oportunidades: la primera vez el 28 de febrero, en la región de Gómel, en Bielorrusia, cercana a la frontera ucraniana, sin grandes avances
La segunda, el 3 de marzo, en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, en la localidad bielorrusa de Belovezhskaya Pushcha, instancia en la que no se logró detener los combates, pero se acordó la apertura de corredores humanitarios para la población civil, un operativo que tampoco pareció tener éxito al menos hoy.
Y el presidente estadounidense, Joe Biden, se entrevistará por videoconferencia este lunes con Emmanuel Macron, el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz; y el primer ministro británico, Boris Johnson, mientras que Estados Unidos admitió que está barajando la opción de prohibir la importación de petróleo ruso. China, en cambio, reiteró su amistad "sólida como una roca" con Rusia, pero se dijo dispuesta a participar en una mediación de paz "si fuera necesario".