Los tres puertos ucranianos designados para las exportaciones de cereales reanudaron este miércoles sus actividades tras la firma del acuerdo para destrabar más de 20 millones de toneladas bloqueados en el Mar Negro, desde el inicio de la invasión rusa, el pasado 24 de febrero. Mientras, una nueva crisis energética se avizora en el territorio europeo luego que el operador alemán del gasoducto ruso Nord Stream informara que las entregas de gas ruso se redujeron nuevamente el suministro.
"En el marco de la firma del acuerdo sobre el desbloqueo de los puertos ucranianos para la exportación de cereales, los puertos de Odessa, Chornomorsk y Pivdennyi reanudaron su trabajo", indicó la Marina ucraniana en Telegram. Los acuerdos fueron firmados el pasado 22 de julio por las autoridades rusas y ucranianas con la mediación de la ONU y de Turquía, en Estambul, con el propósito de aliviar la crisis alimentaria mundial y crear "corredores seguros" en el mar Negro.
Los pactos incluyen la creación en esa ciudad de un centro de coordinación para supervisar la reanudación del transporte de granos que fue inaugurado este miércoles y se encargará de efectuar las inspecciones de los buques que salgan y lleguen a Estambul para garantizar que solo transportarán cereales.
Más de 20 millones de toneladas de granos permanecieron bloqueados desde el inicio del conflicto en los puertos de la región de Odesa por la presencia de buques de guerra rusos y de minas colocadas por Kiev para defender su costa, consignó la agencia de noticias AFP.
Ambos países representan un 30% de la producción de trigo del mundo, y pese a los avances aún son necesarios esfuerzos para asegurar la seguridad de los cargueros.
Recortes en el suministro de gas a Europa
El operador alemán del gasoducto Nord Stream informó este martes que las entregas de gas ruso cayeron a una quinta parte de su capacidad, como estaba previsto, lo que aumenta el riesgo de una crisis energética en Europa. A esto, se sumó que el grupo italiano Eni también anunció haber sido informado por el gigante estatal ruso Gazprom de que las entregas de gas se limitarían a 27 millones de metros cúbicos, frente a los 34 millones "de los últimos días".
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo explicó el faltante debido a "menos posibilidades técnicas de bombear", dado que las sanciones occidentales no permiten "realizar los mantenimientos técnicos, cambiar piezas, hacer reparaciones generales y otros trabajos reglamentarios a los equipos". "Gazprom, que es el proveedor, suministra cuanto es necesario y cuanto es posible (...) a medida que se lleven a cabo estos trabajos, Gazprom tendrá la posibilidad de aumentar el bombeo", aseguró Peskov, en su conferencia de prensa diaria.
Pero la Unión Europea (UE) ve motivaciones políticas en este recorte y por eso acordó ayer reducir en al menos un 15% el consumo de gas entre agosto de 2022 y marzo de 2023.
Por otra parte, la justicia europea desestimó un pedido de la cadena de noticias Russia Today (RT) un reclamo por la censura de sus contenidos en los países que forman parte de la alianza en el marco de las sanciones por la guerra. El fallo contra la apelación presentada por la sede francesa de la cadena, sostiene, entre otros argumentos, que el impedimento "pone en cuestión" la libertad de expresión "como tal", al contrario de lo que afirmó el medio de comunicación estatal ruso, sancionado tras la invasión a Ucrania.
Según el Tribunal, el contexto extraordinario de agresión militar justifica la adopción de medidas de "extrema urgencia" por parte de la UE y por lo tanto, la decisión no vulnera tampoco el derecho a la defensa. El vocero del Kremlin criticó el fallo -que puede ser apelado- y aseguró que el Gobierno ruso tomará "medidas de presión similares contra los medios de comunicación occidentales que trabajan" en el país.
En el terreno sigue la ofensiva y las fuerzas ucranianas destruyeron parcialmente un puente estratégico de Jerson, una ciudad ocupada por los rusos en el sur del territorio. El puente de Antonovski, en los suburbios de la localidad, es clave porque es el único que conecta la ciudad con la orilla sur del río Dnieper y el resto de la región.
"Los que atacaron el puente han hecho que la vida sea un poco más difícil para la población", afirmó Kirill Stremousov, un representante de las autoridades rusas de ocupación, a los medios rusos, minimizando el impacto del cierre de la vía. "No tendrá ninguna influencia sobre el resultado de los combates", agregó, sin dar detalles sobre el alcance de los daños.
La zona cayó en manos de Rusia poco después de su invasión el 24 de febrero. La región es estratégica, ya que limita con la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014. Las autoridades ucranianas informaron recientemente que liberarían "definitivamente" la región en septiembre. Las fuerzas rusas deberían salir de Jerson "cuando aún pueden hacerlo", advirtió el consejero presidencial ucraniano Mijail Podoliak en Twitter tras el ataque. Más al este, en la región oriental del Donbass, controlada en parte por separatistas prorrusos desde 2014, también continúan los combates.
El jefe de la provincia de Donetsk, que junto a la de Lugansk forma el Donbass, dijo en redes sociales que la artillería rusa alcanzó un hotel y los primeros informes indicaron que los ataques habían dejado muertos y heridos.
Con información de Télam