Ucrania pidió a la ciudadanía que no entre en pánico ni acumulen tabletas de yodo, luego de que ayer el presidente Volodimir Zelensky acusara a Moscú de preparar un "atentado terrorista" con una fuga radiactiva en la central nuclear de Zaporiyia, ubicada en el sur del país y ocupada por tropas rusas. "Lee y comparte, ¡pero que no cunda el pánico! No juegues al juego del enemigo. El presidente Zelensky no dijo nada nuevo. Rusia es un país terrorista del que, igual que de un mono con una granada, puede esperarse cualquier cosa", dice le mensaje difundido por el Ministerio de Salud ucraniano, según informó la agencia de noticias AFP.
El mensaje de la cartera de Salud llegó un día después de que Zelensky acusara a Rusia de preparar un "atentado terrorista" con información que, según él, había obtenido la inteligencia ucraniana: "Rusia está considerando el escenario de un atentado terrorista en la central de Zaporiyia, un ataque con liberación de radiación. Han preparado todo para ello", escribió ayer el mandatario ucraniano en Telegram.
El Ministerio de Exteriores ucraniano respaldó las declaraciones del presidente ucraniano y agregó que "el minado y otras formas de militarización de la central nuclear de Zaporiyia por parte de Rusia" suponían "una amenaza inminente de un incidente nuclear en la central nuclear más grande de Europa"
"Este ataque terrorista tendría consecuencias a nivel global", advirtió la cancillería, en un comunicado publicado en su página web, en el que insistió que Rusia "viola gravemente el Derecho Internacional y las normas y estándares de seguridad nuclear" con su ocupación de la central. Además, pidió a la comunidad internacional, y en particular al G7 y a la Unión Europea (UE), que adopten medidas urgentes para evitar un desastre nuclear en la central nuclear y refuercen las medidas restrictivas contra la industria nuclear rusa y su complejo militar-industrial.
Los temores sobre la seguridad de la planta nuclear, que empezaron con la ofensiva de Moscú en Ucrania, se vieron exacerbados por la destrucción de una represa que proporcionaba el agua de refrigeración para los reactores, de la que se acusan mutuamente ambas partes. El Kremlin rechazó de inmediato las afirmaciones de Zelensky y recordó la reciente visita a la planta del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), de la ONU.
En esa línea, el organismo anunció que su director, el argentino Rafael Grossi, estuvo en el exclave ruso de Kaliningrado, donde se reunió con representantes de la agencia nuclear rusa Rosatom para abordar la situación de seguridad de la central ucraniana, que quedó en medio de los bombardeos por la guerra. Durante la reunión, Grossi informó a las autoridades rusas sobre su visita a Zaporiyia de la semana pasada, cuando evaluó que la situación era grave pero estable, así como sobre las futuras acciones de la organización para implementar las medidas de seguridad formuladas a fines de mayo.
El jefe de Rosatom, Alexi Lijachev, por su parte, pidió al OIEA que actúe para evitar ataques de las fuerzas ucranianas contra la central. Desde el año pasado, rusos y ucranianos se acusan mutuamente de bombardeos cerca de la planta nuclear, la más grande de Europa, que está bajo control de Moscú desde marzo de 2022. Pese a que Rusia dijo que la acusación de Zelensky era una "mentira", la advertencia del mandatario generó alarma entre los ucranianos y se disparó la demanda de yodo en las farmacias.
Por eso, el Ministerio de Salud de Ucrania advirtió que "la ingesta incontrolada de yoduro de potasio es peligrosa". Además, las autoridades prorrusas de la provincia de Zaporiyia denunciaron este viernes que, al menos, una persona había muerto por un ataque de las tropas ucranianas desde la ciudad de Novohorovka contra la ruta que conecta Kamenka y Berdiansk, informó la agencia rusa de noticias Interfax, replicada por Europa Press.
Con información de Télam