Los cancilleres de la Unión Europea (UE) y Rusia, Joseph Borrell y Sergei Lavrov, cruzaron este lunes acusaciones por el alza de precios internacionales de los alimentos. El primero sostuvo que se debe a la invasión rusa a Ucrania y los bombardeos que hacen imposible la cosecha y la comercialización; mientras que el segundo responsabilizó a las sanciones impuestas contra su economía por las potencias occidentales, aliadas del gobierno ucraniano.
La guerra en Ucrania ha provocado dos efectos internacionales. Por un lado y más enfocado en Europa, generó el mayor flujo de refugiados en esa región desde la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, desató un alza de precios de los commodities de energía y alimentos en todo el mundo.
Rusia y Ucrania concentran el 30% del mercado mundial del trigo y Moscú es uno de los principales productores de gas y petróleo del planeta. La guerra sin dudas complicó estos sectores productivos y los canales de comercialización, pero también lo fueron las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados para asfixiar la economía rusa. Además, sostienen muchos analistas, actores financieros han aprovechado este clima de tensión para especular y presionar aún más a la alza los precios internacionales.
En medio de este contexto, Borrell lanzó una acusación especialmente fuerte contra Rusia. "Están provocando escasez. Están bombardeando las ciudades ucranianas y provocando hambre en el mundo", dijo en una conferencia de prensa tras reunirse con los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE). Denunció bombardeos rusos contra reservas de trigo y para impedir la salida de los cargamentos de granos.
El diplomático europeo incluso rechazó el argumento ruso de que el alza internacional se debe a las sanciones de las potencias occidentales. "Dejen de culpar a las sanciones. Es el ejército ruso el que está provocando la escasez de alimentos", según la agencia Télam.
La respuesta de Rusia no se hizo esperar.
"Lo que dijo Josep Borrell, incluso en este contexto agresivo y sin precedentes, cambia significativamente las reglas de juego", aseguró Lavrov en una entrevista con el canal ruso Rossiya 24. "Es un giro muy grave, incluso para la política que comenzó a implementar sin duda alguna la UE y en general Occidente bajo la dirección de Estados Unidos, tras el inicio de nuestra operación especial militar", agregó.
El gobierno ruso sostiene que invadió Ucrania para evitar una mayor confrontación en el futuro si Ucrania ingresaba a la alianza militar occidental OTAN, una posibilidad que las principales potencias europeas siempre frenaron, aunque en las declaraciones públicas prometían que Kiev tendría las puertas abiertas. Por lo tanto, Moscú responsabiliza a Estados Unidos y la UE por el conflicto armado actual.
"Se trata de una política que refleja amargura y hasta cierto punto, rabia, y que no tiene que ver solo con Ucrania, sino con el hecho de que trataron de convertir a ese país en una cabeza de playa para el aplastamiento definitivo de Rusia", denunció Lavrov y aseguró que el conflicto en Ucrania fue concebido "para la contención definitiva de Rusia y su subordinación al sistema global creado por Occidente pese al final de la Guerra Fría".
Desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania, las potencias occidentales impusieron una lluvia de sanciones financieras, comerciales y políticas contra Rusia, su economía y su élite política y económica. Estados Unidos y Reino Unido fueron las que fueron más lejos y hasta impusieron un embargo de sus exportaciones de gas, petróleo y carbón. La UE está analizando imitarlos, al menos con el petróleo y el carbón, ya que es muy dependiente del gas. Pero todos coindieron en sacar del sistema de transferencias internacionales Swift a la mayoría de los grandes bancos rusos, una medida que sacudió a Moscú.
Como consencuencia, Rusia tomó varias decisiones que limitó sus exportaciones, incluidas las de fertilizantes y alimentos, vitales para varias regiones del mundo que son especialmente dependientes de estas importaciones.