Rusia afirmó este lunes que no cambiará su plan de desplegar armas nucleares "tácticas" en Bielorrusia, a pesar de las numerosas críticas de las potencias occidentales. "Una reacción de ese tipo no podrá tener impacto en los planes de Rusia", explicó a la prensa el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.
El sábado, Putin había anunciado que su país desplegará armas nucleares de corto alcance en el territorio de su aliado Bielorrusia en respuesta a la decisión del Reino Unido de suministrar a Ucrania proyectiles de uranio empobrecido, tal como planteó recientemente una alta funcionaria británica. Además, había asegurado que entrenará tripulaciones el 3 de abril y planea terminar la construcción de un almacenamiento especial para armamento nuclear táctico en Bielorrusia el 1 de julio.
A diferencia de las armas nucleares estratégicas, más poderosas y de largo alcance, las nucleares tácticas están diseñadas para usarse en el campo de batalla, y tienen un radio de acción de 800 kilómetros o menos.
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Putin decidió avanzar con este tipo de acuerdo con Bielorrusia, un país fronterizo con Polonia, Letonia y Lituania, miembros de la OTAN y de la Unión Europea (UE), y dirigido desde 1994 por Alexander Lukashenko, su más estrecho aliado.
Por todas estas razones, el anuncio fue muy criticado por las potencias occidentales y la OTAN fustigó el domingo la retórica "peligrosa e irresponsable" de Moscú. La UE amenazó a Minsk con nueva sanciones si se efectúa dicho despliegue.
Putin aclaró que no se trata de un traspaso de armas nucleares a Bielorrusia sino simplemente de un emplazamiento e indicó, en alusión a la práctica de compartición nuclear en el marco de la OTAN, que Estados Unidos lo había estado haciendo en varios países durante una década. Por su parte, Ucrania pidió el domingo una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para terminar con lo que denominó el "chantaje nuclear" ruso.
Ya en febrero de 2022, cuando empezó la invasión a Ucrania, Bielorrusia permitió al Kremlin el uso de su territorio para lanzar su ofensiva en ese país aliado de la UE y Estados Unidos.
Ante el temor de una escalada, El Ministerio de Relaciones Exteriores francés llamó a Moscú a revisar su decisión, y otros países, como Japón y Lituania, la criticaron. A su vez, el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, advirtió que Bruselas responderá a la decisión con nuevas sanciones, según recogió la agencia de noticias Sputnik.
Con información de Télam