Putin viajó a Teherán y se reunió con sus pares de Turquía y de Siria

El mandatario ruso realizó su segundo viaje desde que inició la invasión a Ucrania. Los encuentros se centraron en el conflicto sirio y en las negociaciones para abrir la exportación de miles de toneladas de granos.

19 de julio, 2022 | 16.41

El presidente ruso, Vladimir Putin, aterrizó este martes en Teherán para mantener reuniones con sus homólogos de Irán y Turquía centradas principalmente en el conflicto en Siria, pero también en la guerra de Ucrania y su impacto en la economía mundial. El segundo viaje al exterior que realiza Putin desde el comienzo de la invasión sobre el país vecino se lleva a cabo días después de la gira por la región del mandatario de Estados Unidos, Joe Biden.

Tras ser recibido en el aeropuerto con alfombra roja, Putin mantuvo un primer encuentro con el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, con el que discutió la colaboración bilateral contra el islamismo radical, y otro con el líder supremo persa, el ayatolá Alí Jameneí. La cumbre en Teherán está centrada en Siria, donde Rusia, Turquía e Irán protagonizan una guerra sin treguas desde 2011.

Moscú y Teherán apoyan al Gobierno de Bashar al Assad y Turquía a los rebeldes del autoproclamado Ejército Nacional Sirio. En esa línea, para la solución del conflicto los tres países lanzaron en 2017 el llamado proceso de Astaná, cuyo objetivo oficial es llevar la paz a Siria.

"Nuestras relaciones se desarrollan a buen ritmo", dijo el mandatario ruso luego del encuentro con Raisi y destacó los índices récord del crecimiento del intercambio comercial, según informó la agencia Sputnik. Además, indicó que ambos países "fortalecen su cooperación en materia de seguridad internacional y contribuyen considerablemente a resolver la crisis siria". El iraní, por su parte, expresó la esperanza de que la visita del líder ruso sea "una etapa decisiva en el desarrollo de las relaciones entre los dos países, así como la cooperación regional e internacional".

Putin también mantuvo un encuentro con otro líder regional: el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien llegó a Teherán ayer. El mandatario turco estuvo mediando entre Rusia y Occidente para destrabar las exportaciones de granos en los puertos ucranianos a través del mar Negro, que están bloqueadas por el conflicto en Ucrania originado por la invasión rusa de febrero pasado y, desde el inicio, se mantuvo al margen de las sanciones contra el Kremlin; pese a que, como miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), se enfrentó a Rusia en varios conflictos armados y le vendió drones a las fuerzas ucranianas.

Para Kiev y sus aliados, Rusia bloquea con sus fuerzas navales la exportación de granos desde los puertos ucranianos. Moscú rechaza esas acusaciones y alega que las exportaciones marítimas de cereales desde Ucrania se encuentran paralizadas debido a que las fuerzas de Kiev minaron los puertos del país.

Ahora bien, este martes Erdogan y Putin concretaron el primer encuentro presencial desde el inicio de la guerra. Al finalizar, el mandatario ruso aseveró que se han logrado avances gracias a la mediación turca. "Por cierto, aún quedan problemas por resolver, pero al menos ya hay movimiento", marcó. Por su parte, Erdogan destacó que "durante las últimas negociaciones en Estambul la parte rusa adoptó una postura positiva y constructiva. Evidentemente, los resultados de estas últimas conversaciones se debatirán en el mundo entero y espero que sean fructíferas".

Cabe destacar que el Ministerio de Defensa ruso dijo la semana pasada que pronto estará listo un "documento final" para desbloquear las exportaciones de granos, decisión sobre la que se avanzó en el marco de un acuerdo entre Rusia, Ucrania, Turquía y las Naciones Unidas. Eso permitiría la salida por el mar Negro de unas 20 millones de toneladas de granos de trigo y cebada bloqueados en los puertos ucranianos debido a la ofensiva rusa.

La agencia de noticias rusa también reportó que ambos líderes analizaron el conflicto en Siria. En esa línea, para Putin aún “hay muchas interrogantes sobre la solución”, aunque marcó que los grandes proyectos bilaterales “se están moviendo y desarrollando”.

En tanto, la reunión tripartita con Raisi y Erdogan tiene lugar días después de la gira del presidente estadounidense Joe Biden por Medio Oriente, donde visitó Israel y Arabia Saudita, dos países hostiles a Irán, y en donde llamó a los países de esa región a alejarse de la influencia de Rusia, China e Irán.

Al margen de las reuniones con el presidente ruso, Erdogan fue recibido este martes por Raisi en el Palacio de Saadabad, quien le advirtió que una ofensiva turca en Siria sería "perjudicial" para la región, según un comunicado oficial. “Cualquier tipo de ataque militar en el norte de Siria definitivamente dañará a Turquía, Siria y toda la región, y beneficiará a los terroristas”, dijo el máximo líder de Irán, al subrayar la necesidad de “poner fin al problema a través de conversaciones”.

Irán y Turquía firmaron una serie de acuerdos preliminares que cubren inversiones, diplomacia, medios y negocios, entre otros campos, y se comprometieron a triplicar el comercio bilateral.

Para Raisi, la visita de Erdogan es un “punto de inflexión” en sus relaciones. El presidente turco, por su parte, pidió solidaridad en la lucha contra las milicias kurdas, así como contra una red liderada por un clérigo musulmán residente en Estados Unidos a quien Ankara acusa de orquestar un golpe de estado fallido en 2016. “Son molestias que perturban la tranquilidad de los países donde están presentes”, aseguró Erdogan.

Turquía plantea crear una "zona de seguridad" de 30 kilómetros en la frontera, y espera recibir el visto bueno de Irán y Rusia para lanzar una ofensiva en el norte de Siria contra milicias kurdas. El ejército turco, presente en zonas del norte del territorio sirio fronterizo con Turquía, lanzó entre 2016 y 2019 con la ayuda de sirios tres grandes operaciones en Siria.

Ankara quiere lanzar una nueva operación contra dos localidades bajo el control de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), una milicia kurda acusada por Turquía de estar afiliada al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que considera "terrorista". Estos grupos "son de hecho un gran problema" para Irán y Turquía y "debemos luchar contra estas organizaciones terroristas con solidaridad y alianza", indicó Erdogan durante una rueda de prensa en Teherán.

Con información de Télam.