La ONU visitará la central nuclear ucraniana y denunció aumento de hostilidades

El argentino jefe de los inspectores nucleares de la ONU instó a tomar medidas para proteger Zaporiyia y aseguró que se trabaja en la creación de una zona de seguridad.

29 de marzo, 2023 | 16.23

El jefe de los inspectores nucleares de la ONU, el argentino Rafael Grossi, advirtió de un incremento de las hostilidades militares entre Ucrania y Rusia en torno a la central atómica de Zaporiyia, al visitar esa planta ucraniana ocupada por tropas rusas. "Es evidente que la situación no está mejorando y las hostilidades en torno a este territorio se están intensificando. Se deben tomar medidas para proteger la estación de cualquier ataque", dijo el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ante la prensa. Además, remarcó que se trabaja en la creación de una zona de seguridad. Luego de invadir Ucrania, el año pasado, Rusia conquistó gran parte de Zaporiyia, y luego se anexionó toda la provincia. La planta está en sus manos desde marzo de 2022, y Grossi ya la había visitado en septiembre pasado.

Rusia, en tanto, inició este miércoles maniobras militares en Siberia que incluyen el despliegue de misiles intercontinentales con capacidad nuclear y dijo que dejará de informar a Estados Unidos de sus ensayos misilísticos, en plena tensión con Occidente por Ucrania. Grossi, por su parte, agregó que siguen "en curso" esfuerzos para crear una zona de seguridad, libre de combates, que evite un accidente atómico en la central del sur de Ucrania, la más grande de Europa.

"Estamos elaborando un concepto diseñado para proteger la planta de manera más local", explicó Grossi, que llegó a la central acompañado por un representante de la compañía energética rusa Rosatom. Antes de su visita, se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, quien dijo que no es posible restaurar la seguridad en la planta mientras Rusia esté en su control.

La planta requiere un suministro confiable de electricidad para garantizar la seguridad nuclear, pero ha sufrido apagones repetidos durante la guerra, generando alarma en el OIEA y la comunidad internacional. Desde hace meses, Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de bombardear las instalaciones de esta planta, que cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de 6.000 megavatios.

Luego de firmar la anexión de Zaporiyia, en octubre pasado, Putin decretó el traspaso de la central al patrimonio federal. La guerra en Ucrania ha desatado el temor no solo a un accidente nuclear como resultado del bombardeo de una de las muchas plantas que hay en Ucrania, sino también al uso de armas atómicas por parte de Rusia, uno de los solo cinco países en el mundo autorizados a tenerlas.

Misiles intercontinentales en Siberia

Soldados que integran el principal componente de las fuerzas armadas nucleares de Rusia comenzaron un gran simulacro en la norteña Siberia, con el despliegue de misiles intercontinentales de capacidad nuclear montados sobre camiones gigantes. El ejercicio comenzó días después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara que Rusia desplegará armas nucleares tácticas en Bielorrusia, vecino y aliado.

El presidente ha amenazado varias veces de manera velada con usar armas nucleares en caso de que su país deba hacerlo ante la hostilidad que ve de parte de Estados Unidos y la OTAN, que dan armas a Ucrania para resistir la invasión rusa. El mes pasado, de hecho, suspendió el tratado New Start, el único pacto de armas nucleares con Estados Unidos que aún regía, alegando que Rusia no podía aceptar las inspecciones estadounidenses de sus sitios nucleares en virtud del acuerdo por su apoyo a Ucrania.

Moscú, no obstante, enfatizó que no se retiraría del pacto por completo y que continuaría respetando los límites de armas nucleares establecidos en el tratado. También había dicho inicialmente que seguiría notificando a Estados Unidos sobre los lanzamientos de prueba planificados de sus misiles balísticos, pero hoy dijo que ya no hará más esto.

El viceministro de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, dijo que Moscú detuvo todos los intercambios de información con Washington: "No habrá notificaciones en absoluto", declaró Riabkov a medios rusos cuando se le preguntó si Moscú también dejaría de emitir avisos sobre las pruebas de misiles planificadas, informó la agencia de noticias rusa Tass.

El Ministerio de Defensa, en tanto, no dijo que las maniobras en Siberia de las Fuerzas de Misiles Estratégicos de las Fuerzas Armadas de Rusia incluían el despliegue de misiles intercontinentales Yars, con capacidad nuclear. Sino, que la cartera señaló en un comunicado que, como parte de los simulacros, las lanzadoras móviles de los misiles Yars maniobrarán en tres regiones de Siberia, aunque no especificaron hasta cuándo.

Los movimientos incluirán medidas para ocultar el despliegue de satélites extranjeros y otros activos de inteligencia, informaron: "En total, más de 3.000 miembros del personal militar y cerca de 300 piezas de equipamiento están implicadas en las maniobras", dijo la nota y agregó que "se prestará particular atención durante las maniobras al uso de drones y sus diversas modificaciones", informó la agencia de noticias DPA.

El Ministerio de Defensa, en tanto, publicó un video que muestra enormes camiones que transportan los misiles cuando salían de una base. Esos misiles Yars son capaces de alcanzar objetivos a distancias de hasta 11.000 kilómetros y están equipados con una ojiva de reentrada múltiple con cabezas nucleares. Para el caso, Putin dijo que el despliegue de las armas tácticas en Bielorrusia debería estar completado para julio próximo. Esa decisión, siguió a sus repetidas advertencias de que Moscú estaba listo para usar "todos los medios disponibles", una referencia a su arsenal. Las armas nucleares tácticas están diseñadas para usarse en el campo de batalla y tienen un alcance relativamente corto y un rendimiento mucho menor en comparación con los misiles estratégicos de largo alcance equipados con ojivas nucleares, que son capaces de destruir ciudades enteras.

Con información de Télam