Fiscales de una provincia del noreste de Ucrania, de donde fuerzas rusas se retiraron recientemente obligadas por una contraofensiva de Kiev, acusaron este domingo al Ejército invasor de torturar a civiles en un poblado, en medio de nuevos bombardeos de Rusia en varias regiones ucranianas.En un comunicado, procuradores de la provincia Jarkov dijeron haber hallado un sótano donde las fuerzas rusas presuntamente torturaron a prisioneros en el pueblo de Kozacha Lopan, cerca de la frontera con Rusia.
En imágenes que publicaron en Internet junto al comunicado, mostraron un teléfono militar ruso TA-57 con cables adicionales y pinzas adheridas, informó la agencia de noticias ucraniana Ukrinform. Autoridades ucranianas han acusado a las fuerzas rusas de utilizar los radioteléfonos de la era soviética como fuente de energía para electrocutar a prisioneros durante interrogatorios.
Anoche, bombardeos rusos alcanzaron ciudades y pueblos en una amplia franja de territorio de Ucrania, dijeron este domingo funcionarios, que denunciaron varias víctimas civiles como consecuencia de los ataques. En paralelo, separatistas ucranianos prorrusos que controlan vastos territorios del este de Ucrania también informaron de ataques ucranianos con múltiples víctimas civiles en la última jornada.
En Jarkov, el gobernador provincial, Oleh Syniehubov denunció que cuatro médicos que intentaban evacuar un hospital psiquiátrico murieron el sábado en un ataque de artillería ruso, mientras que dos pacientes resultaron heridos en el ataque, ocurrido en el pueblo de Strelecha, informó la agencia de noticias DPA.
Otros bombardeos nocturnos alcanzaron un hospital en la ciudad de Mikolaiv, un importante puerto del mar Negro, y capital de la provincia del mismo nombre, dijo el gobernador Vitaliy Kim. Además denunció que hubo bombardeos en otras partes de la región, y que dos personas resultaron heridas.
Los bombardeos también llegaron a la zona de la planta de energía nuclear Zaporiyia, la central más grande de Europa, que fue capturada por las fuerzas rusas en marzo, pero es operada por ingenieros ucranianos. Su último reactor se apagó hace una semana después de repetidos cortes de energía porque los bombardeos pusieron en riesgo sus sistemas de seguridad.
Cerca de la ciudad de Zaporiyia, el limosnero del Vaticano, el cardenal Konrad Krajewski, y su convoy fueron atacados el sábado, según informó el servicio de noticias del Vaticano, lo que los obligó a buscar refugio mientras descargaban suministros. "Por primera vez en mi vida, no sabía hacia dónde correr. Porque no basta con correr, hay que saber a dónde ir", dijo el cardenal nacido en Polonia, cuyo cargo hace contribuciones caritativas en nombre del Papa.
Por otra parte, cinco personas murieron durante el último día en ataques en la región de Donetsk, una de las dos regiones ucranianas que Rusia reconoce como estados soberanos, dijo el gobernador Pavlo Kirilenko. Las fuerzas separatistas que controlan gran parte de Donetsk afirmaron que un bombardeo ucraniano contra una colonia de prisioneros de guerra en Olenivka mató a un prisionero e hirió a cuatro.
Más de 50 prisioneros de guerra fueron asesinados en julio en un ataque a la prisión de Olenivka del que las autoridades rusas y ucranianas se culpan mutuamente. Los separatistas de Donetsk denunciaron también la muerte de nueve civiles ucranianos en ataques del Ejército de Ucrania en las últimas 24 horas. "Nueve personas murieron y otras 17 resultaron heridos como resultado de ataques con artillería de las Fuerzas Armadas ucranianas" en Donetsk, dijo el liderazgo de los separatistas en un comunicado.
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero pasado. Su Ejército controla total o parcialmente cinco provincias del este y sur de Ucrania con las que se ha asegurado en corredor terrestre desde Rusia hasta Crimea, la península ucraniana que Moscú se anexó en 2014 y donde está anclada la flota rusa del mar Negro.
Con información de Télam