El canciller ruso, Serguei Lavrov, consideró "complicada" la negociación para prorrogar el acuerdo que permite las exportaciones de cereales ucranianos por el mar Negro, a días de su segundo vencimiento, el próximo 18 de marzo. El pacto -que contó con la mediación de Turquía y las Naciones Unidas (ONU)- se cerró el 22 de julio del año pasado después de cinco meses de que la guerra bloqueara la salida de buques con toneladas de granos y fertilizantes -producidos tanto en Rusia como en Ucrania-. Entre octubre y noviembre del año pasado, Rusia puso en suspenso por algunos días su participación en el tratado y la decisión impactó rápidamente en el mercado internacional. Según Lavrov, el pacto "sólo se ha cumplido a la mitad hasta la fecha".
Lavrov dijo que "si el acuerdo se aplica a medias, entonces la cuestión de su prórroga se complica bastante" y afirmó que las cláusulas del pacto que debían beneficiar a Rusia "no se aplicaron en absoluto". Se refería a las exportaciones rusas de fertilizantes, un producto clave para muchos países productores de cereales, en la región, por ejemplo, Brasil. Tras destacar esta falencia del acuerdo en una conferencia de prensa en Arabia Saudita, el canciller ruso insistió: "Sólo podemos prorrogar lo que ya se ha aplicado", según informó la agencia de noticias AFP.
La llamada iniciativa Cereales del Mar Negro, pactada en julio de 2022 entre la ONU, Ucrania, Rusia y Turquía, tuvo como objetivo aliviar la crisis alimentaria mundial provocada luego del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania el 24 de febrero de ese año, cuando las tropas rusas ingresaron a la región prorrusa del Donbass, duramente reprimida por el régimen de Kiev desde 2014. El acuerdo permitía la exportación de cereales ucranianos a través del Mar Negro y de granos y fertilizantes rusos, exceptuando a Moscú de las sanciones impuestas por Occidente, por lo que es vital para el suministro mundial de alimentos.
La primera renovación también se dio de manera dificultosa, a mediados de noviembre pasado cuando acusó a Ucrania de llevar a cabo ataques a barcos en Crimea. En ese momento, tanto la suspensión como la decisión de retomar el acuerdo tuvo su impacto en el mercado internacional.
Pasado el mediodía del 2 de noviembre el precio del trigo comenzó a desplomarse de 6,37% (US$ 21,13) hasta los US$ 310,43 la tonelada en el mercado de Chicago tras la decisión de Rusia de renovar sus intenciones de participar en el corredor seguro del Mar de Negro para la exportación de granos ucranianos. Una de sus principales críticas desde el inicio fue que en la distribución no era tenida en cuenta África.
Hasta el momento se exportaron 23 millones de toneladas de granos, lo que favorece la reducción de precios a nivel internacional y garantiza el suministro, especialmente en algunas de las zonas más pobres del planeta.
Para esta ocasión, Ucrania pidió el martes esfuerzos internacionales para mantener abiertas las rutas marítimas del Mar Negro utilizadas para transportar su grano. Sin embargo, desde hace meses Rusia asegura que sus cargas de amoníaco anhidro están bloqueadas, pese a un pacto que funciona en tándem con el de los granos ucranianos. También esgrime que los granos ucranianos no están siendo destinados a los países que más necesitan esos alimentos, al igual que lo planteó hace unos meses.
En este contexto, el canciller ruso también subrayó que Moscú cumple con todos sus compromisos para garantizar las exportaciones seguras del grano ucraniano por el mar Negro desde los puertos de Ucrania. Asimismo, recordó que la segunda parte del acuerdo que prevé eliminar todos los obstáculos a las exportaciones de granos y fertilizantes rusos "no se cumple en absoluto".
"Las sanciones prohíben a los barcos rusos que transportan cereales y fertilizantes entrar en los puertos correspondientes y prohíben a los barcos extranjeros entrar en los puertos rusos para recoger esos cargamentos", dijo Lavrov. En el marco de ese acuerdo, se instaló en Estambul un Centro Conjunto de Coordinación para garantizar la seguridad de los graneleros que transportan cereales desde Ucrania y realizar las inspecciones pertinentes.
El acuerdo estipulaba también el desbloqueo de las exportaciones rusas de alimentos y abonos, pero Moscú denunció en varias ocasiones que esa parte del pacto no se cumplía. La ONU aseveró que las restricciones se levantarían.
Con información de Télam