El Grupo de Puebla se reunió en su lugar de nacimiento para discutir y reimpulsar su agenda internacional, en un momento especial de transición histórica para el mundo y para América latina.
El año próximo la mirada estará puesta en América del Norte. En junio habrá elecciones presidenciales en México y en noviembre en Estados Unidos, lo que abre un enorme signo de interrogación sobre la orientación política de esa parte del continente en una época de inestabilidad global. La futura presidenta o presidente de México asumirá a fines de 2024 y su par estadounidense en enero de 2025.
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Mucho antes, se definirá la fortuita situación electoral en Argentina; el balotaje en Ecuador; habrá elecciones regionales en Colombia y el pueblo chileno decidirá sobre su Nuevo Proyecto Constitucional. Como subrayó el ex presidente colombiano, Ernesto Samper, en este contexto es fundamental que los sectores progresistas manifiesten sus agendas. Los temas tratados en Puebla fueron, entre otros, la creación de una moneda común, el nuevo multilateralismo, la inserción de nuestra región en el Sur Global a través de espacio como los BRICS y la transición energética.
“Este IX Encuentro del Grupo de Puebla, con líderes de 20 países, tiene como principal agenda devolverle la voz a una región invisibilizada y arrasada por dificultades como el Covid, pero con la conciencia de que nosotros somos parte de la solución de los problemas de la humanidad”, aseguró el político chileno Marco Enríquez-Ominami, uno de los principales impulsores y coordinador el este grupo de izquierda, nacido en Puebla el 14 de julio de 2019.
“Nosotros podemos ser parte de la solución en temas como el cambio climático, la alimentación, incluso la guerra entre Rusia y Ucrania”, enfatizó Enríquez-Ominami. “Nuestra agenda incluye, además, el debate sobre el sistema financiero, la Unasur y cómo armonizar los diez organismos subregionales que existen”.
Durante los encuentros del fin de semana -del 29 de septiembre al 1º de octubre-, los académicos, políticos e intelectuales reunidos realizaron un balance sobre lo actuado por el Grupo de Puebla; proyectaron la futura agenda para una política exterior progresista y analizaron la situación regional.
Argentina, Ecuador y Perú.
“En Argentina estamos asistiendo a dos proyectos políticos alternativos”, analizó el ex presidente Ernesto Samper. “Uno, el que representa el señor Sergio Massa, es racional y busca una salida progresista que no tenga mayores costos sociales. El otro es una alternativa caótica, desinstitucionalizada, que podría precipitar a Argentina en un abismo más profundo que en el que está hoy. En las próximas elecciones, las argentinas y argentinos ni siquiera escogen entre dos opciones ideológicas sino entre una salida racional y otra caótica o terminal. Espero que el pueblo vote bien, conscientemente, como lo ha hecho siempre y que escoja una alternativa y no un muro explosivo”.
Enriquez-Ominami también ve la elección presidencial en nuestro país como un momento de trascendencia histórica. “Si los resultados del 22 de octubre indican que habrá segunda vuelta –y la va a haber-, ese balotaje será un plebiscito sobre la democracia, sobre la justicia social, sobre una fuerza tranquila de cambio. Creemos que Javier Milei, como José Antonio Kast en Chile, Vox en España o Marine Le Pen en Francia, representan una insolencia vacía. Sus ideas han sido derrotadas siempre que hay balotaje. Argentina tendrá que decidir su destino como lo hizo Colombia y Chile. La insolencia sin rebeldía, la frustración representada por esas alternativas, nunca resuelven los problemas. La frustración es una parte y hay que escucharla, pero hay que tener también soluciones y eso requiere de mucha más audacia y mucha sustancia”.
El posible resultado de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador, entre Luisa González de Revolución Ciudadana (referenciada con Rafael Correa) y el multimillonario centroderechista, Daniel Noboa también fue tema de análisis.
Como adujo el ex presidente Samper, el asesinato de uno de los candidatos, el derechista Fernando Villavicencio, antes de la primera vuelta electoral de agosto pasado, “colocó a la campaña en otra dimensión y cambió la agenda”.
“En Ecuador estamos a las puertas de una elección atípica. Antes del crimen –dijo Samper- se debatía sobre la profundización del proyecto de la Revolución Ciudadana. Luego, lamentablemente, con los hechos inéditos de violencia, ya no se discutió una preferencia política sobre otra, sino que se coló, como está sucediendo por todos lados en América latina, el tema de la seguridad”.
“Cuando se ofrece una seguridad sin consideraciones de igualdad y solidaridad, como está sucediendo en Ecuador, lo que se está ofreciendo es ‘segurismo’, es decir, medidas que no consideran variables fundamentales como las políticas profundas de recuperación social”.
En cuanto a Perú, que atraviesa una profunda crisis tras la destitución del presidente democráticamente electo, Pedro Castillo, Samper aseguró: “A mi juicio, el país sigue en un status quo relacionado directamente con un sistema político endemoniado que no permite que Perú avance”.
“Mientras no se realice una reforma que vuelva a colocar al país en un escenario de democracia, mientras siga esta especie de concubinato entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, va a ser muy difícil que Perú reencuentre sus caminos. Esperamos que lo pueda hacer en el corto plazo, que recupere su estabilidad. Creo que lo que se necesita, fundamentalmente, es un replanteo a fondo del sistema político: o una propuesta parlamentaria que tengas los contrapesos propios de ese sistema o que se regrese a un presidencialismo que, lamentablemente, en América latina, se está volviendo a confundir con el caudillismo”.
Juntos somos más fuertes
Una de las figuras destacada en este IX Encuentro del Grupo de Puebla es la del presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, quien después de haber ganado con el 61% de los votos válidos en agosto pasado, al frente de su “Movimiento Semilla”, sufrió distintos tipo de hostigamiento por parte de un sector de la justicia. Arévalo llegó a denunciar “a un grupo de políticos y funcionarios corruptos que se niegan a aceptar el resultado electoral y ha puesto en marcha un plan para romper el orden constitucional y violentar la democracia”.
Además de los ex presidentes Evo Morales y Rafael Correa, estarán en Puebla, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez; el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, y la ministra de Igualdad de España, Irene Montero.
“Entre los líderes y lideresas, está también entre nosotros la futura presidenta –esperamos- de México, Claudia Sheinbaum”, dijo a El Destape Enríquez-Ominami. Sheinbaum es la candidata por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) del presidente Andrés Manuel López Obrador, para las elecciones presidenciales del 2024.
“Hay una gran emoción en el mundo humanista y progresista de México porque aparece un espacio para una fuerza tranquila de cambio, para construir una alternativa de justicia social, con valores que se parecen muchos a los que representan muchos gobiernos de América latina”, agregó.
Con muchas expectativas sobre un fructífero resultado de este encuentro de importantes figuras progresistas, el político chileno y coordinador del Grupo de Puebla aseguró: “Es una idea simple y al mismo tiempo muy importante: juntos somos más fuertes”.