La visita del presidente, Javier Milei, a Italia parece haber dejado huellas en el país europeo. Es que las risas, los abrazos y el tono de amistad que muestran en público con la primera ministra, Giorgia Meloni, parece haber incomodado al Senado italiano que decidió interpelarla y consultarle sobre las posibilidades de que aplique políticas económicas similares a las que se están experimentando en Argentina, con un fuerte recorte del presupuesto estatal y social. También le preguntaron por su cercanía con el magnate estadounidense y próximo funcionario de la Casa Blanca, Elon Musk.
Las simpatías entre Milei y Meloni son claras y públicas. La líder de la extrema derecha italiana -que creció políticamente en las filas del Frente Juvenil-Movimiento Social Italiano (MSI) ligado al fascista Benito Mussolini- fue una de las primeras dirigentas del mundo en abrirle las puertas del mundo Occidental al mandatario argentino: fue ella la que lo invitó a la Cumbre del G7, que se realizó en junio de este año. También fue una de las pocas que mantuvo encuentros bilaterales.
El último, la semana pasada, cuando Milei recibió el premio Milton Friedman -economista admirado por el mandatario-, fue galardonado con la ciudadanía italiana y luego dijo que pensaría en la posibilidad de ser candidato a primer ministro de ese país.
¿Qué dijo Meloni en el Senado?
La interpelación en la Cámara alta fue llevada adelante por el ex primer ministro Matteo Renzzi, líder del partido izquierdista Italia Viva. El primer cuestionamiento que hizo a Meloni pasó por su posición respecto al acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.
“¿En el Mercosur estamos del lado de Milei o de Coldiretti (confederación nacional italiana de Agricultores)?”, preguntó Renzi, en referencia a los reparos en Italia -y del propio gobierno de Meloni- al acuerdo entre los dos bloques que fue anunciado recientemente. “La relación entre ella y Milei es algo extraordinario: en las palabras coinciden en muchos temas. En la gestión práctica él es el encargado de recortar y ella es la encargada de aumentar los costos de los ministerios. Él grita ‘¡afuera!’, ella grita ‘CNEL’ (Consejo Nacional de la Economía y del Trabajo)”, agregó.
“¿Qué significa estar con Milei?”, le devolvió Meloni y le respondió: “Somos amigos”.
“(Usted) Era amigo de Barak Obama y vestía un abrigo como Barak Obama, yo soy amiga de Milei pero no me crecen patillas... Creo que Milei es una novedad muy interesante en la escena argentina pero no creo que lo que dice se pueda replicar en Italia”, sostuvo.
Es que las formas de afrontar la política entre ambos son distintas. En algunos casos, incluso, se sientan en las antípodas de las de Milei: Meloni se vio obligada a aggionar un poco su antieuropeísmo y las medidas económicas que tomó a lo largo de su gestión son de corte más bien nacionalista con fuerte presencia estatal y, en algunas ocasiones, en contra de las grandes fortunas como el impuesto del 40% que decretó para las ganancias extraordinarias de los bancos -que también están acompañadas por otras medidas antipopulares, como la quita de un subsidio al desempleo-.
La relación con Musk
Durante la interpelación otros dos legisladores también expresaron preocupación por la estrecha relación entre la primera ministra y el magnate estadounidense que el electo presidente Donald Trump desingó para estar al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental. En este caso, el senador Mario Monti (del Partido Con Monti por Italia) recriminó que se diera “la impresión de erigirlo como una forma de protectorado moral” de su país, lo que entiende como una “pérdida de dignidad del Estado”. Por su parte, Simona Malpezzi, del Partido Demócrata, señaló que en su bloque temen “que su política se base en la amistad”.
“Tengo buenas relaciones con mucha gente y no recibo órdenes de nadie, eso debería alegrarlos. No sé qué película vieron. Puedo ser amiga de Elon Musk y al mismo tiempo la cabeza del primer gobierno italiano que hizo una nueva ley para regular la actividad privada en el espacio”, dijo ante los cuestionamientos llevados al parlamento, algo que es habitual antes de una cumbre de la Unión Europea, como la que sucederá esta semana.
Meloni se reunió frecuentemente con el multimillonario de Tesla y SpaceX desde que su gobierno de extrema derecha llegó al poder en 2022, con el objetivo de atraer inversiones a Italia. El gobierno de Meloni aprobó este verano boreal un marco regulatorio para que las empresas espaciales extranjeras operen en Italia, lo que se espera que genere 7300 millones de euros (7700 millones de dólares) en inversiones para 2026.