Los sindicatos de basureros, que resisten hace semanas la reforma jubilatoria impuesta por el presidente Emmanuel Macron, decidieron hoy extender hasta el próximo lunes una huelga en París que mantiene a la capital con montañas de basura en las calles.
Así lo decidieron los recolectores de basura del sector privado y empleados de plantas de incineración en una asamblea, señaló Natacha Pommet, secretaria general del sindicato de servicios públicos, parte de la central obrera Confederación General del Trabajo (CGT).
Según Pommet, otras ciudades también podrían sumarse a la extensión de la huelga contra la aprobación por decreto de la reforma para elevar la edad jubilatoria a 64 años, informó el diario francés Le Figaro.
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La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en tanto, activó hoy una unidad de crisis diaria "que movilizará a los diputados, los alcaldes de los distritos, la secretaría general de la Ciudad y los directores interesados [...] "para garantizar la continuidad de los servicios públicos para los parisinos".
Ayer, 9.300 toneladas de residuos seguían tiradas en las aceras, ligeramente por debajo de las 10.000 toneladas del viernes.
La medida de fuerza integra la histórica ola de protestas de varios sectores productivos franceses contra la reforma jubilatoria impulsada por Macron, que tras su media sanción en el Senado y ante el temor a su rechazo en la Asamblea Nacional, fue adoptada por decreto por el mandatario la semana pasada.
Ayer, tras superar el Gobierno dos votaciones en la Asamblea Nacional destinadas a bloquear la polémica reforma, ésta quedó automáticamente adoptada.
Las toneladas de basura acumuladas en las calles de París se convirtieron en uno de los símbolos del mayoritario rechazo a la reforma, que según el Gobierno es necesaria para evitar una quiebra del sistema provisional en medio de una creciente expectativa de vida.
Con información de Télam