Los franceses y las francesas salieron a la calle este sábado en la séptima jornada de protestas contra la impopular reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron, a quien los sindicatos le han pedido reiteradamente que "consulte al pueblo" antes de seguir adelante con la iniciativa. La convocatoria se lleva a cabo en 200 puntos del país y, según la Confederación General del Trabajo (CGT) se congregaron más de un millón de personas, mientras conductores de tren y metro, trabajadores de refinerías y otros gremios asociados iniciaron huelgas indefinidas. En las redes se pudo ver cómo la policía respondió con violencia en algunas de las manifestaciones.
Según reportó el portal Le Monde, las peleas con la policía estallaron menos de dos horas después del inicio de la marcha de París, con las fuerzas de seguridad tratando de separar a manifestantes vestidos de negro que aparecen regularmente en las protestas y generalmente destruyen escaparates de tiendas y bancos.
Dos de cada tres franceses, según los sondeos, se oponen a su plan de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42 como hasta ahora) para cobrar una pensión completa. El rechazo se plasmó en una serie de masivas protestas desde el 19 de enero y unas huelgas en los transportes y el sector de la energía, refirió la agencia de noticias AFP.
Sin embargo, por el momento estas acciones no lograron la retirada del proyecto, que se debate actualmente en el Senado (cámara alta) y deberá aún pasar por la Asamblea Nacional (cámara baja) para un voto final. "Es la recta final", dijo Marylise Leon, la secretaria general adjunta del sindicato CFDT. "Todo se juega ahora", declaró en una entrevista a la emisora Franceinfo.
La tensión sobre la reforma alcanzó su máximo nivel esta semana tras las negativas de Macron a reunirse con representantes de los sindicatos, lo que provocó un "gran enojo", según Philippe Martinez, líder del sindicato CGT.
"Cuando hay millones de personas en las calles, cuando hay huelgas y todo lo que obtenemos de la otra parte es silencio, la gente se pregunta: ¿Qué más tenemos que hacer para que se nos escuche?", dijo el líder sindical, pidiendo un referendo sobre la reforma de las pensiones. "Ya que está tan seguro de sí mismo, el presidente de la República debería de consultar al pueblo. Veremos cuál es la respuesta del pueblo", propuso.
"Imploro a quienes dirigen este país que salgan de esta forma de negación del movimiento social", insistió su homólogo de la CFDT, Laurent Berger.
Macron, por su parte, les respondió con una carta en la que sostuvo que con esta reforma elige "hacer a los y las francesas trabajar un poco más de tiempo" porque otras opciones hubieran implicado "pensiones a la baja, altos impuestos o permitido que hijos y nietos carguen con el peso financiero", señaló el diario Le Monde.
Con información de Télam