La negociación del acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur sumó un nuevo elemento con la Ley complementaria contra importación de productos de zonas deforestadas que aprobó ayer el Parlamento Europeo y que, cuando entre en vigor, deberá sumarse a las tratativas entre ambos bloques, según anticipó hoy la representante de Francia.
"Todos los acuerdos comerciales de la Unión Europea deben tener en cuenta el respeto de las normas medioambientales que aplicamos, por lo que será uno de los puntos de la discusión", indicó en rueda de prensa la vocera de la cancillería francesa, Anne-Claire Legendre, citada por la agencia de noticias AFP.
La Eurocámara aprobó ayer por amplia mayoría una Ley que prohíbe la importación de productos derivados de la ganadería y de la agricultura que procedan de tierras deforestadas, como el cacao, el café, la madera, el caucho o la soja.
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El Consejo de la UE, institución que representa a los 27 países miembros del bloque, debe aprobarla ahora, antes de su entrada en vigor.
La UE y el Mercosur cerraron un acuerdo comercial en 2019 tras más de 20 años de complejas negociaciones, pero no este aún no fue ratificado, entre otras razones por los temores europeos con la política medioambiental del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, defensor de la explotación económica y minera de la Amazonía.
En febrero pasado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ya había advertido que un acuerdo comercial entre ambos bloques "no es posible" si los latinoamericanos no respetan las normas medioambientales como los europeos.
El Pacto Verde dispuesto por la UE ordena que el bloque deberá ser neutro en emisiones de gases para el año 2050, lo cual impactaría en las exportaciones de los productores del Mercosur.
El canciller Santiago Cafiero afirmó a principios de febrero en una visita a la sede de la UE, en Bruselas, que el acuerdo deberá contemplar las asimetrías económicas y sociales entre ambos bloques, y que debe estar adaptado a un mundo y cadenas de valor en transformación".
En mayo de 2021, el gobierno francés había borrado cualquier duda sobre la convicción con que defendería este principio al asegurar que no firmaría el acuerdo de libre comercio entre ambos bloques si éste Mercosur si este no daba garantías sobre la protección de la Amazonía, el respeto de las normas agroalimentarias y fitosanitarias europeas y la lucha contra el cambio climático.
El secretario de Estado del Comercio Exterior, Franck Riester, subrayó entonces que su país "no transigirá" y que "Francia no está sola" dentro de la UE en este punto, recordando que es un punto de vista compartido por Bélgica, Países Bajos y Austria.
Los agricultores franceses, y los ganaderos en particular, temen la entrada en el mercado comunitario de productos agrícolas sudamericanos sujetos a estándares de producción menos exigentes que los de la UE.
El tono cambió con la llegada en enero de Luiz Inácio Lula da Silva a la cabeza del gobierno brasileño, pero el tema, se descarta, estará presente en la agenda que Lula desarrollará en la visita que inicia mañana a Portugal y España, como una primer aproximación a la UE, ya que las restricciones impactan más fuerte en los productos del socio mayoritario del Mercosur.
Ambos bloques discuten actualmente cómo incluir la cuestión climática en el acuerdo negociado, como reclama la UE.
El Mercosur está compuesto por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, todos importantes potencias agrícolas.
A fines de marzo, el presidente argentino, Alberto Fernández, dijo que presentaría en Brasil cuatro documentos para avanzar en el acuerdo entre ambos bloques comunitarios.
Los documentos que impulsará el mandatario argentino -actual presidente pro témpore del Mercosur- tendrán que ver básicamente con la cadena de valor y el ambientalismo, indicaron a Télam fuentes oficiales.
Con información de Télam